“Lo trans es una novedad irrefutable”

Lo aseguró a *AUNO* la “poeta trans sudaca” Susy Shock, luego de ofrecer una función de su _Poemario Trans Pirado_ en el Teatro de las Nobles Bestias. Pronto presentará su primer disco de folklore y tango, titulado _Buena vida y poca vergüenza_.

Julieta Romero

Lomas de Zamora, octubre 27 (AUNO).- Sólo una luz la ilumina en la oscuridad del escenario. Se le cae el abanico que la alivia del calor del sur. Un hombre se para y gentilmente se lo alcanza. “Esto es lo único que me gusta del patriarcado. Esto y que paguen la cuenta”, bromea Susy Shock. No es la primera vez que la “artista trans sudaca” provoca carcajadas en los espectadores. Admirada es su capacidad de criticar, emocionar y jugar con el público siempre con el humor como columna vertebral de su cuerpo de tres tetas.

El sábado fue el debut de su Poemario Trans Pirado en Temperley. El lugar elegido fue el Teatro de las Nobles Bestias. Suerte de recital que combina la lectura de sus poemas con coplas folklóricas y a veces escritos de amigxs, es la síntesis que ella encontró interesante respecto de la teatralidad y del canto colectivo para “dar vuelta por todos lados”.

Una organizadora del lugar le ofrece hielo para su jugo de pomelo. Ella acepta encantada y maldice por no poder tomar nada que contenga alcohol. Cree mucho en la fuerza de “la Pacha”, forma cariñosa de llamar a la Pacha Mama, a quien le prometió en la Corpachada de agosto no tomar “una gota de alcohol” hasta que salga su disco debut. Buena vida y poca vergüenza es el nombre elegido para este trabajo.

“Es una frase de mi abuela tucumana. Un día le pregunté ‘¿cómo hacés para estar tan linda?’. ‘Buena vida y poca vergüenza’, me contestó. Es un distintivo para mi vida y a la hora de pensar un nombre para mi primer disco me pareció que no había nada mejor que esa frase”, cuenta Susy a AUNO en una entrevista que se centra en su ópera prima y en la realidad trans.

-¿Qué temas de tu repertorio entran en el disco?
-Bastante de lo que se ve en el Poemario…: están las coplas, hay chacareras, vidalas y un coro de 20 amigxs que cantamos las coplas y nos contestamos. También hacemos una vidala hip hopera o rapera y un tango con Karen Bennett. Cuenta con la dirección artística de Valeria Cini que me dio el primer empujón amoroso para grabar. El disco tiene un subtítulo que se llama “Folklore por Susy Shock” y ésa es un poco la propuesta. Mostrar mi mirada, desde dónde leo todas estas músicas y generar un material con las posibilidades de la grabación, que no son las mismas que las del vivo.

-¿En qué consiste tu mirada sobre el folklore?
-En proponer un discurso distinto. Hablo del folklore pero pasa en todas las músicas populares, que han avanzado en un cambio de estética musical. Es mi forma de releer los lenguajes y llevarlos a nuevos siglos y adelantarse, inclusive. Aunque se cambie el arreglo musical, se sigue sosteniendo un discurso que reproduce el modo de ser mujer, de ser hombre, de cuál es el papel de la mujer y de qué forma. Incluso se da en ese modo de bailar el folklore donde ella es la sostenida, la halagada, la pequeña, la guiada. Cuestiones que no representan el nuevo paradigma de ser mujer o varón. Ni hablar de que no tiene en cuenta esos nuevos cuerpos que somos nosotras, otros y otras que no se sienten identificados porque responde a un discurso viejo y hegemónico.

-¿Cuál es el discurso que proponés?
-Trato de ser honesta conmigo misma, respondo desde mí, y en todo caso incito a que cada cual responda desde su lugar. Tampoco soy un canon de qué y cómo se tienen que tratar ciertos temas. En todo caso rompemos con lo hegemónico en cuanto a que es violento, a lo que se entiende por natural, eso que ha construido este mundo de violencia. Porque la hegemonía tiene esa música en correlato con la ciencia, las instituciones, las leyes y los modos de ser. Propongo algo que vaya rompiendo ese sistema pero no por romper, sino porque existe. Todo aquél que se para de otro lado distinto a la violencia rompe y propone algo distinto, siempre.

-¿Por qué el folklore?
-Tengo un tango también que es otro discurso… En principio, el folklore es una música muy allegada y muy querida que está en mi propia historia. Soy una cantora de música, no sólo de folklore, de hecho con Karen Bennett hacemos rock en nuestro dúo. Me gusta mucho la música rioplatense también. Pero este primer disco es así, capaz que después sale otro que sea Tango por Susy Shock, por ejemplo. Hay que ver en el futuro.

-¿Cuáles son tus próximos planes?
-El disco sale en unos días. Empezamos una gira por todo el país para presentarlo y darlo a conocer. El primer destino es Rosario y ya tengo fechas planeadas hasta febrero. Eso me atrae mucho. Sobre todo me interesa esta conexión con otro y con otra en comunión, en una ritualidad, ya sea teatro, bar, centro cultural. Como dijo el Flaco Spinetta, “ningún lugar es nada si no hay nadie”. El lugar es la gente y vuelvo a los lugares para generar ese vínculo. También estoy escribiendo mucho. Escribo para MU, para una revista mensual nueva que se llama Maten al mensajero, a veces para Soy (suplemento LGBTI de Página/12) y estoy trabajando en otras cosas para editar.

Con Poemario Trans Pirado recorriste Latinoamérica, ¿cómo te reciben en otros países?
-Los que me reciben e invitan son los espacios del under, de la militancia LGBTI. Es un público muy amoroso e intenso. El brasilero, sobre todo, es un público muy agradecido de la novedad: que venga alguien con vidalas o bagualas les atrae mucho porque es diferente de la música que hacen. Son muy de celebrar eso. Estar en México también fue muy conmovedor. Es difícil entrarles a los espectadores pero cuando entrás no te dejan ir, todos se quedaron al final del show para darme un abrazo.

-¿Mucho público trans o hay de todo?
-Hay de todo. A las trans le cuesta salir. Les es muy difícil ser parte, pero en general. No sólo para verme a mí. De todos modos, adonde voy siempre hay una organización trans o amigas trans, porque no sólo voy a cantar sino también a verlas, hay un vínculo formado. En realidad, las chicas trans no están en estos espacios porque son heterosexuales o específicamente gays. De a poco vamos a ir erosionando eso, el arte tiene que construir esos puentes.

-Dentro del colectivo gay o lésbico, ¿se ha discriminado a las trans?
-Nosotras mismas nos hemos discriminado. A veces cometemos eso que estamos combatiendo, no estamos exentas porque venimos de ahí. Nuestra placenta es este machismo, este patriarcado. Venimos a deconstruir pero no somos impolutas o libres de eso. Tenemos adentro a este otro monstruo violento, no al monstruo copado rompecocos.

-¿Alguien te dijo alguna vez que le cambiaste su forma de pensar?
-Siempre hay, pero va más allá de lo trans. Tiene más que ver con un hecho artístico que hace que cualquiera se integre, que sea parte. Lo trans es una novedad irrefutable y somos presencia aunque no queramos; somos, existimos y nos ven. Es imposible pasar desapercibida aunque no te dediques al arte. Después de que pasa eso, empezamos a responder con lo que somos, en mi caso, con el arte.

-¿Te parece que tu poema “Reivindico mi derecho a ser un monstruo” emociona tanto porque trascendió lo puramente trans?
-Sí, creo que hay un mundo que es violento para muchos y muchas. Ni importa el género que perciba o la sexualidad transite. Hay algo que claramente es tóxico y doloroso para todo un montón de mundo, no sólo para las personas trans o para estas supuestas minorías. Hay un modo de ser que es agresivo para todos ellos. Por eso, hay algo en este poema que identifica, que se hace carne, sello o bandera porque tiene que ver con lo que estás queriendo decir, con lo que estás buscando. Es un discurso que parte de personas trans pero que se hace universal. Proponemos una relectura de esos mandatos sociales que parecen inamovibles y que no son compatibles con la construcción de muchas identidades.

AUNO-2710-2014
JR-MDY

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