Legisladores nacionales y provinciales, representantes de la OMS-OPS, funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación e integrantes de organizaciones de la sociedad civil se reunieron para intentar avanzar en la ratificación del Convenio Marco de control de Tabaco de la Organización Mundial de la Salud.
El encuentro se realizó la semana pasada en el marco de la visita al país del jefe de la Secretaría de la OMS para el Convenio Marco Control del Tabaco, Haik Nikogosian, y de la IV Reunión de Legisladores de Salud del país.
El objetivo es que en 2009 la Argentina deje de ser el único país latinoamericano que no ratificó este convenio, y pase a ser uno de los países que se solidariza con esta problemática mediante el compromiso de aportar claves para reducir el consumo de tabaco y la exposición al humo. Para lograrlo, los diputados se comprometieron a trabajar sobre la sanción.
A pesar de que el Convenio Marco se firmó a nivel mundial por 168 países en el 2003 durante la 56ªAsamblea Mundial de la Salud, Argentina es hoy uno de los cuatro que no trató el tema en su Congreso nacional. “El convenio no se ratifica por la existencia del lobby que realiza la industria tabacalera con el Gobierno”, aseguró a AUNO-Tercer Sector Verónica Schoj, representante de la Fundación Interamericana del Corazón en Argentina (FIC) y coordinadora nacional de la Alianza Libre de Humo de Tabaco Argentina (ALIAR).
Schoj afirmó que “el Convenio se difundió en los medios durante 2005, pero a partir de las maniobras de la industria, se fue apagando de a poco”, y puntualizó que “los medios del interior llegaron a sacar hasta una nota en contra del Convenio por día”. En muchos casos, este fenómeno se debe a que los empresarios tabacaleros argumentan que si se restringe la producción se afecta directamente a la economía regional.
Este fundamento por parte de Argentina es contrario a la realidad de Brasil y China, dos de los máximos productores tabacaleros del mundo, que firmaron el acuerdo sin poner en tela de juicio los beneficios que trae el convenio al realizarse internacionalmente.
La necesidad de que este convenio sea una ley se basa en que el tabaquismo es la primera causa de muerte evitable, y produce más de 40 mil muertes anuales. A este número se les suman las de 6 mil fumadores pasivos que mueren al año y otras durante la cosecha, a causa de la manipulación del tabaco verde y agroquímicos que generan la intoxicación en la piel de los trabajadores.
La única manera de frenar las devastadoras consecuencias que genera el tabaco es a partir de la unión de todos los países para combatir esta problemática, ya que es necesario que todos ratifiquen el convenio para evitar el contrabando de tabaco de un país al otro, eliminar la publicidad del producto y elevar su precio para reducir el consumo. Además de ello, es necesario que sea obligación de las empresas adjuntar al producto información de las consecuencias que genera el tabaco en la salud.
Desde ALIAR se sostiene que las industrias tabacaleras “lucran con la salud”, ya que su producto trae consecuencias devastadoras a nivel social, sanitario, ambiental y económico no sólo a los fumadores sino a toda la sociedad. Además, aseguran que una encuesta revela que el 96 por ciento de la población está a favor de la sanción, con lo cual hay una conciencia de cambio, pero es desde el Gobierno donde debe partir la iniciativa.
Uno de los aspectos que faltan trabajar es “la capacitación a los médicos del país acerca de la importante problemática de salud que representa el tabaco, en vez de, por ejemplo, realizar congresos para tratar raras enfermedades que quizás durante décadas no veamos en nuestra población. Es necesario tratar primero estos temas urgentes”, aseguró la coordinadora nacional de ALIAR.