Los titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los jubilados fueron los mayores solicitantes de créditos de la ANSES y quienes quedaron con sus ingresos más condicionados. Un estudio del Centro de Estudios Metropolitanos, reveló que el 61 por ciento de los habitantes de la zona sur del conurbano está endeudado.
“El endeudamiento compensa la pérdida del poder adquisitivo que hoy no se recupera, y ahora esas personas cargan una mochila de plomo”, definió el economista Hernán Letcher, durante una entrevista con AUNO.
Desde el 17 de abril, cuando se relanzó el programa de créditos, el ente previsional entregó 146 mil millones de pesos en financiamiento. Los préstamos tienen un interés que ronda el 50 por ciento (casi 20 menos que los bancos) y pueden ser pagados entre 24 y 60 cuotas.
Estas ventajas explican en parte el crecimiento que tuvo esta forma de endeudamiento entre la población. De acuerdo a un estudio del Centro de Estudios Metropolitanos, en el primer cordón de la zona sur del conurbano (Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora) se calcula que 61 por ciento de los habitantes está endeudado.
Estas operatorias fueron descriptas por el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, como “créditos famélicos” porque son para cubrir deudas generadas por la vida cotidiana como pagar alquileres, expensas, tarifas. Consideró también que “esto hace que en lugar de solucionar el problema se los terminan duplicando”.
El mismo relevamiento arrojó que la deuda con ANSES va aumentando desde CABA hacia el primer y segundo cordón del conurbano respectivamente en 2, 6 y 15 por ciento.
El segmento que más créditos gestionó fueron los titulares de AUH. Son 1,8 millones que sacaron un préstamo de este tipo en el último año. Es decir, el 83 por ciento del total de los beneficiarios.
Otro de los puntos que destacó Letcher fue que el endeudamiento de los titulares de AUH tiene la particularidad de que la amplia mayoría de quienes la perciben son mujeres. Los datos de ANSES indican que a junio de 2018, de 2.201.736 titulares, el 97 por ciento son mujeres.
Para Letcher, esto ocurrió porque el gobierno de Mauricio Macri llevó a cabo una medida electoralista y “construyó una especie de campo minado para un sector que perdió más que todos” y a futuro aseguró que “significa un condicionante para que las familias vivan mejor y términos macroeconómicos son un impedimento para el crecimiento”.
En cuanto a la tasa de estos créditos, el economista aclaró que “en términos financieros la tasa, es más baja que la de los bancos, pero no fue tan baja y está en línea con la inflación que se espera para este año”.
El otro segmento que le sigue entre los que más créditos solicitaron son los jubilados. Los registros arrojaron que los jubilados y pensionados gestionaron 964.848 créditos ANSES.
En diálogo con AUNO, Eugenio Semino aclaró que “muchos de estos créditos los toman para un tercero, un nieto, un hijo, para mejorar la situación de alguien de su entorno”. Estas operatorias, agregó, “han degradado aún más la difícil situación que vienen pasando los jubilados”.
La postura del defensor de la Tercera Edad es histórica: “Durante el gobierno anterior empezaron los Argenta, el antecesor de estos créditos, y siempre planteamos que al jubilado se le estaba prestando su propia plata con intereses”.
De acuerdo a las últimas mediciones oficiales, los jubilados necesitan para cubrir su canasta de gastos necesitaría no menos de 37.800 pesos. Pero un millón y medio de jubilados reciben una mínima de 13 mil pesos.
Los otros segmentos que accedieron a estos créditos fueron los titulares de Pensiones Universales por Adulto Mayor (PNC) que gestionaron otros 374.776 créditos por 23.574 millones de pesos; los titulares de Asignaciones Familiares 675.974 accedieron a un préstamo por una totalidad de 11.248,24 millones de pesos y por último los beneficiarios de la Pensiones Universales por Adulto Mayor (PUAM) accedieron a 31.112 préstamos por 1.908 millones.
EL FONDO DE GARANTÍA DE SUSTENTABILIDAD
Las pérdidas en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) fueron analizados por Letcher desde dos aspectos. “En principio las inversiones están mayoritariamente en pesos, como es el caso de los créditos ANSES, y la devaluación impacta negativamente, y por otra parte esta que el crédito no existía en 2015, y supo llegar a representar el 5 por ciento”, explicó.
“El FGS llegó a tener más de 60 mil millones de dólares y en el último resumen que recibí estaba en algo así como 23 mil millones sin que un solo mango haya ido a los jubilados. Y teniendo a jubilados y pensionados en situaciones gravísimas”, agregó Semino.
También criticó el uso arbitrario de los fondos del ANSES: “Se creó en 2007 con el objeto de ser anticíclico, para que en los momentos de pérdida de cuantía lo que tiene que hacer es salir en auxilio de sistema. Eso nunca se hizo y se utiliza al buen gusto de quien administra el Estado y cubrir gastos corrientes como es el caso de este gobierno.”
El mecanismo utilizado es el de transformar los excedentes financieros, que se convirtieron en Letras de tesorería no negociables. “Eso significa convertir la plata de los jubilados en papel picado, que por lo general nunca vuelven al sistema”, argumentó Semino.
En noviembre, el gobierno de Juntos por el Cambio emitió este instrumento, suscripto al FGS por 4 mil millones de pesos y 120 millones en dólares. Esta semana volvió a hacerlo por un monto de 5 mil millones de pesos con amortización íntegra al vencimiento y también de Letras en dólares por hasta 384.498.215 millones, ambos con vencimiento en 2020.
GS-AFD