Con el sol de la tarde, las niñas y niños del barrio Don Luis, de Longchamps, salen de sus casas y, esquivan los charcos de la calle Garín al 1600 para merendar en el comedor Chimmy. Hace un año que Camila Rojas (24) y Agustina Suárez (25), dos estudiantes de Nutrición de la UNLa y fans de la banda coreana BTS, abren el portón de rejas negras de la casa de Camila para otorgar viandas a más de 20 familias durante el almuerzo, la merienda o la cena.
Este mes, por falta de mercadería suficiente como para entregar el promedio de 170 a 200 viandas de siempre, ambas decidieron llevar a cabo por primera vez una idea que tenían hace tiempo y sacaron dos mesas de madera con manteles navideños sobre las que colocaron alfajores, platos con galletitas, vasos y tazas de colores, jarras con chocolatada y botellas con jugo de naranja. Esta es la segunda vez que encaran el ritual.
“Desde un principio siempre quisimos que los chicos puedan sentarse y merendar o comer tranquilos acá porque la función de un comedor no es solamente entregar comida sino crear un espacio en el que se puedan relacionar y hacer cosas como practicar escritura, dibujar, pintar o ver películas, si conseguimos un proyector”, reflexiona Camila.
Mientras ellos meriendan, las dos jóvenes recortan hojas blancas y entregan cartucheras con lápices. A los niños y niñas les entusiasma llenar las hojas de formas y colores al sol y devolvérselas como regalo. Ellas les agradecen y aseguran que los guardarán junto a los anteriores.
Las expectativas del comienzo
El Día de la Niñez de 2020 organizaron un festejo con merienda. Lo habían pensado como un evento que no se repetiría, pero les sobraron donaciones y decidieron seguir sacando la mesa al patio para repartir viandas hasta que se les acabara la mercadería.
“No solo hacemos meriendas, sino también el roperito o ayudamos puntualmente a alguna familia que necesite algo particular. Es la difusión lo que nos ayuda para seguir haciendo, seguimos hasta que nos den el cuerpo y los recursos”, explica Agustina.
La mesa más grande no solo suelen llenarla de comida, sino también de ropa y la sacan a la vereda para que cualquiera pueda llevarse lo que necesite y donar lo que ya no utilice. A eso lo llamaron “Roperito solidario” y solían realizarlo una vez por semana, pero la frecuencia depende de la cantidad de donaciones que reciban. Y, al igual que sucede con los alimentos, no están recibiendo mucha ropa.
Dos niñas que llegan a merendar unos minutos después de las 16 le entregan a Agustina una bolsa verde con ropa antes de sentarse y de que Camila les ofrezca alfajores y jugo.
La decisión de empezar a cocinar almuerzo y cena no dependió solo de ellas, sino de todo el barrio: fueron los vecinos quienes les pidieron que dieran un paso más.
“Los vecinos nos decían que estaban muy agradecidos y tras las meriendas, queríamos empezar a cocinar, así que les preguntamos a todos qué pensaban que convenía más: meriendas o comidas. Y todos nos dijeron que hacer comidas, almuerzos o cenas”, indicó Camila. Y añadió: “Por eso empezamos a cocinar así, los vecinos fueron los que nos dijeron qué necesitaban y nos adaptamos”.
La mayoría de las madres que acompañan a sus hijas e hijos hasta la casa de Camila no pasan más allá del portón negro, pero las que sí lo hacen se suman a la mesa y meriendan con los pequeños artistas. Sara, la mamá de Camila, va y viene con botellas de jugo.
¿Qué significa “Chimmy”?
Chimmy es el nombre de una caricatura animada que la empresa Line creó en colaboración con BTS, una banda de k-pop (pop coreano) mundialmente reconocida. En total son siete personajes ficticios que se identifican con el nombre de BT21 y cada uno de ellos representa a un miembro de la banda. La empresa produjo mercadería para las fans y una serie en la que se cuentan las aventuras de este grupo de pequeños personajes.
Las fans de esta banda se denominan “armys” y se caracterizan por realizar proyectos solidarios en nombre de los integrantes del grupo. Este comedor de Longchamps administrado por dos de ellas no es la excepción: Chimmy representa al cantante Jimin.
“A mí me encantaba el muñequito y como estábamos en pleno auge y euforia por BTS quedó Chimmy de entre los mil nombres que pensamos en relación a BTS ya que lo queríamos nombrar en base a ellos”, resalta Camila.
La relación con BTS se extiende también a las colaboraciones que el comedor realizó con emprendedoras armys que, con motivo de los cumpleaños de los integrantes de la banda, organizaron colectas o promociones en beneficio del comedor. Gracias a esta solidaridad entre fans, los niños y las niñas del comedor contaron con juguetes y útiles escolares para el comienzo de clases.
También recibieron donaciones de agrupaciones partidarias locales como La Cámpora Almirante Brown y Ateneo Cristina Conducción Almirante Brown para la Navidad del año pasado y para el próximo Día de la Niñez. “Se acercaron de todos los partidos políticos, por ejemplo el año pasado en octubre gente del partido libertario nos donó un asado para 100 chicos”, recordó Camila.
Día de la Niñez 2021 y donaciones necesarias
A las 17, una hora después de la llegada de los niños, el sol deja de iluminar las mesas, el balde que hace de tacho de basura está repleto de papeles de alfajor y los manteles tienen manchas nuevas de jugo y chocolatada. La mitad de los niños y las niñas se fueron y la otra mitad corre por el patio esquivando cactus y grita entre risas mientras juega y se persigue con sus aviones de papel. Una niña, Aldana, está concentrada en juntar los lápices de colores y amontonar los vasos que ya nadie usa.
El lunes 16 se volverán a encontrar para celebrar el Día de la Niñez desde las 15 con una merienda, juguetes donados, golosinas, galletitas y chizitos de colores. También celebrarán el primer aniversario del comedor.
Cuando una niña se acerca triste porque no había dibujado tanto como en la última merienda, Camila le recuerda que tenía guardados todos sus dibujos y le propuso: “Podemos colgar acá tus dibujos para el Día del Niño”.
Además de solicitar donaciones de juguetes, peluches, pelotas, golosinas y galletitas para ese día, Agustina resaltó otra necesidad: “Todo sirve, pero lo que más ayuda es la carne ya que es lo más costoso, lo más difícil de conseguir, pero es lo que tratamos de poner en cantidad”. Y Camila sumó puré de tomate, condimentos y aceite.