Un restaurante donde se come totalmente a oscuras, con la atención y la elaboración de platos por parte de personas ciegas, surgió en el norte del conurbano bonaerense como un intento de generar empatía y conciencia sobre los problemas que sufren los no videntes. Ese “restaurante móvil” es obra de la Fundación Audela, para su proyecto “Gallito Ciego Móvil”.
La iniciativa fue creada para que la comunidad comprenda las dificultades que tienen las personas con esta discapacidad mediante la actividad de “ponerse en el lugar del otro”, como así también resaltar y valorar las capacidades que los ciegos pueden desarrollar.
La experiencia busca lograr una mayor integración social y laboral de las personas imposibilitadas de ver, ya que tanto la elaboración de la comida como su atención están a cargo de ciegos bajo la supervisión de un chef vidente.
Destinada a colegios y empresas, la experiencia está basada en un restaurante similar en Suiza llamado “Blinde Kuh”, que se tomó para ser implementada en el instituto de rehabilitación Román Rosell de San Isidro, Buenos Aires. Allí había un taller provisto de un salón comedor, donde se enseñaba a cocinar a personas no videntes. Así nació el proyecto “Gallito Ciego”, que cerró para dar paso a la experiencia móvil.
Para realizar este emprendimiento, la Fundación Audela adquirió un ómnibus que fue totalmente remodelado según las características de un restaurante y organizado para tener una capacidad de 26 comensales. Además, los empleados fueron capacitados por varias instituciones gastronómicas que colaboraron con la organización.
Gracias al proyecto de “Gallito Ciego Móvil”, la entidad ganó el primer concurso regional de ideas innovadoras para la movilización de recursos en 2003. Esto lo llevó a compartir la experiencia con organizaciones sociales de las ciudades de Arequipa, Lima, Cusco y Caracas.
El programa puede ser contratado en Martín Coronado 678, Acassuso, provincia de Buenos Aires, o por teléfono al 011-4732-3245.