La exclusión social y la responsabilidad del Estado, ejes de una charla sobre derechos humanos

Referentes del ámbito político, social y gremial discutieron sobre las prácticas autoritarias, la desigualdad social y la inercia del Estado en una charla en la que el CELS presentó el informe sobre la situación de los derechos humanos en la Argentina de hoy.

Por Elisabet Contrera

(AUNO-TERCER SECTOR*) Una música simple inunda la sala del ND Ateneo, la pantalla se enciende y los espectadores se preparan para dar una vuelta con regreso por la memoria colectiva, plagada de imagines testigos de la violencia institucional, social y policial que vive la Argentina. Representada tiempos atrás por el grito de justicia de las Madres de Plaza de Mayo, y más cerca en la historia, por las miradas dispersas de niños con hambre. Así fue el comienzo de la mesa-debate “#732;Derechos Humanos, Exclusión y Estado de Derecho” donde representantes del ámbito político, social y gremial debatieron sobre el autoritarismo “#732;cool”#8482;, la desigualdad social y el papel dilatante del Estado.
Como celebración por sus 25 años en la promoción y protección de los derechos humanos, el Centro de Estudios Sociales y Legales (CELS) despidió el año con un encuentro en el que participaron Eugenio Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia; la antropóloga Sofía Tiscornia; José Abelli, titular del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y la socióloga Laura Golberg. La jornada también cumplió el propósito de presentar el informe anual que la organización realizó sobre la situación argentina en materia de derechos humanos.
Frente a sala llena, en la que no faltaron representantes de Madres de Plaza de Mayo, Sofía Tiscornia, actualmente docente de la UBA, se refirió a algunas de las causas que generan la desigualdad social. “Las políticas asistenciales, los legisladores sensibles al discurso de la seguridad y miembros del poder judicial que defienden sus privilegios representan distintas vías que consolidan la desigualdad entre los sujetos”, sentenció.
En la misma dirección, el dirigente José Abelli apuntó sus críticas al Estado asistencialista cuando señaló que “los cuatro millones de desocupados no quieren bolsones de comida ni planes jefes y jefas de hogar. El Estado debe generar un modelo inclusivo, establecer políticas públicas, abrir las fábricas, ya que las máquinas están adentro y los trabajadores estamos afuera”.
Luego de describir el panorama local marcado por la pobreza, la desocupación y la violencia institucional, Laura Golbert, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CEDES), manifestó que esta situación “atenta contra la calidad de la democracia” y agregó que es a causa del abandono y desprotección del Estado.
Ante unas 500 personas que mostraban inquietud por conocer su posición, el juez Zaffaroni habló sobre la sociedad autoritaria del siglo XXI. “Estamos ante un autoritarismo desteñido, “#732;cool”#8482; y sin creatividad, donde el poder judicial dictamina penas absurdas y el código penal es toqueteado por los legisladores masivamente”.
Un “#732;Estado de excepción”#8482;, según la denominación de Tiscornia aparece en contraposición a la sociedad del derecho. “Esta situación surge como producto de suspender la ley en nombre de la seguridad de los más iguales. Un orden impuesto por el mandón de turno que somete servilmente a los pobres, que dispone sobre sus oficios a cambio de coimas”, calificó la antropóloga al vincular desigualdad con corrupción institucional.
A su vez, Zaffaroni manifestó su preocupación por la violación de los derechos sociales. “La falsa opción entre pan y libertad resulta alarmante. Si me dan libertad y no me dan pan, voy a usar la libertad para pedir pan, pero si me dan pan y no me dan libertad, para poder criticar al que reparte, éste se queda con todo”, graficó.
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Agencia Universitaria de Noticias y Opinión.
Revista Tercer Sector

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