La cooperativa de fotógrafos que emergió de la crisis

La coordinadora de la cooperativa de fotógrafos Gabriela Mitidieri hace un repaso por los días del estallido de 2001, de la emergencia de una comunicación alternativa y de la autogestión y los parámetros de edición de su colectivo de trabajo. “La idea era de revalidar formas más democráticas, horizontales de organización, como parte de un compromiso político y un aprendizaje constante”, afirmó.

Lomas de Zamora, diciembre 21 (AUNO).-El estallido de 2001 debilitó las instituciones tradicionales de la democracia. El desmembramiento social estaba en boca de la mayoría de los medios de comunicación masiva. Una salida era difícil de dilucidar tanto para el ciudadano que miraba asombrado los acontecimientos por los noticieros, como para los analistas políticos, que en gran medida fallaban sus análisis. Consultas populares, marchas por reivindicaciones sociales y populares y el registro a través de videocámaras y fotografías, emergieron como salida y cuestionamiento al poder establecido y represivo. En ese contexto, surgió la cooperativa de fotógrafos Sub Coop, que supo registrar a través de sus réflex los días de la brutal represión policial en muchas marchas que lo único que se consignaba era justicia social.

Con ojos agudos, los fotógrafos supieron registrar la realidad que ellos percibían, sentían y lo hacían y lo hacen desde lo autogestivo y como dueños de sus propios medios de producción: injusticia, represión, miseria, pobreza e incertidumbre son las primeras palabras que interpelan sus obras fotográficas. En un reportaje concedido a AUNO, Gabriela Mitidieri, la coordinadora de la cooperativa que vende sus productos a diarios como el mensual francés “Le Monde Diplomatique” y el cotidiano alemán “Der Spiegel” reflexiona sobre lo ocurrido diez años atrás.

*—¿Qué sentiste cuando estabas en las marchas del 19 de diciembre? *
—Me acuerdo de sentir una gran conmoción, una profunda sorpresa y la certeza de estar viviendo un momento histórico, un punto bisagra en el que volvíamos a tomar el espacio público, a expresar la bronca. También mucha incertidumbre por lo que vendría, mucha impotencia por esto de constatar que la institucionalidad se venía abajo pero el brazo represivo seguía más vivo que nunca.
—¿Cuál era el rol de los medios en ese momento? ¿Cómo lo percibías?
—En términos mediáticos, creo que se abrió una instancia interesante en la que los propios trabajadores de prensa se sintieron interpelados por lo que estaba pasando, tuvieron que poner en cuestión en alguna medida los intereses de sus propios empleadores. También se dio un fenómeno interesante (que después derivaría en lo que fue Indymedia Argentina) de personas que se convirtieron en corresponsales: fotógrafos aficionados, camarógrafos, cronistas, dando su propia visión de los hechos, encontrándose con otros/as que habían pasado por lo mismo.
—Por supuesto, A diez años y al ver las fotos nuevamente de lo que sucedió, ¿qué impresión te queda?
—Me impacta muchísimo, la sensación es esa de que parece mentira que ya hayan pasado 10 años, que corrió mucha agua debajo del puente, pero que también podemos rastrear pervivencias, reivindicaciones, reclamos que fue necesario tener en cuenta para rearticular la institucionalidad en 2003.
— ¿Qué se logró aprender de la crisis, qué formas, maneras de hacer surgieron?
—En el caso de Sub.coop, el colectivo de fotógrafos del que formo parte, el 2001 fue una experiencia iniciática en términos de registro, de documentación de una situación que vivíamos como histórica. También con el correr de los meses post diciembre, la idea era de revalidar formas más democráticas, horizontales de organización nos formó para que en el día de hoy nuestra estructura adopte esta dinámica y elijamos trabajar de otras maneras, con otra lógica como parte de un compromiso político y un aprendizaje constante.

EV-AFD
AUNO-21-12-11

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