Lomas de Zamora, agosto 6 (AUNO).- “La transfobia es el punto más sensible hoy y debe ser erradicado lo antes posible”, aseguró Analía Mas, integrante del equipo jurídico de la Federación Argentina de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Trans (FAGLBT), en el marco de la masacre de Orlando, que dejó un saldo de 49 víctimas.
A seis años de la sanción de la ley de Matrimonio Igualitario, Mas señaló que uno de los principales motivos que la impulsaron era que “existía un grave problema con las familias homosexuales y los hijos”.
Para Mas, la doble figura paterna/materna no estaba contemplada por la Justicia y “era imposible la correcta asignación de custodias o incluso permisos en las escuelas”, como por ejemplo, retirar al hijo en caso de que el responsable no se encuentre disponible y su pareja sí.
Lo máximo que se podía hacer, explicó, era implementar leyes de derecho comercial, pero no alcanzaban para subsanar los distintos conflictos producto de la homofobia.
Un arduo proceso: cómo actuó la política
Las bases del reclamo fueron construidas por diversas agrupaciones que se unieron por un único propósito: derecho a contraer matrimonio. Luego se debía analizar qué fuerzas políticas estaban dispuestas a reconocer ese derecho, ya que según Mas durante años los gobiernos fueron aquellos a quienes les tiraban “piedras”.
El cambio inició cuando el gobierno del ex presidente Néstor Kirchner convocó a las agrupaciones y además en ese período lograron ser escuchadas por distintos miembros del Congreso. Sin embargo, para Mas “no existe una abrumadora diferencia” entre el período kirchnerista y el actual gobierno de Mauricio Macri.
Si bien hubo un acercamiento de los políticos, luego de años de enfrentamientos, aseguró que durante su lucha por las sanciones de las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género “las agrupaciones sufrieron graves ataques por parte de grupos religiosos y opositores políticos”.
Las hostilidades eran el pan de cada día de los militantes LGBT+ cuando se realizaban marchas de distintos grupos cristianos. Finalmente, las minorías sexuales triunfaron en la madrugada del 15 de julio de 2010, cuando el Senado sancionó la ley dando inicio “a la verdadera lucha contra la opresión”, aseguró Mas.
El miedo a la diferencia
En diálogo con AUNO, el ex conductor del programa TuMuch Nicolás “Zabo” Zamorano consideró que la problemática se tiene que dividir en dos partes: Buenos Aires y el resto de la Argentina, ya que en la capital predomina una ideología “progre” que se basa en la aceptación mientras que en el interior aún hay rasgos de homofobia.
En ese sentido, desde la FALGBT señalaron que es distinto ser homosexual en una zona como San Isidro que en el partido de La Matanza ya que “las realidades socioeconómicas son muy distintas”.
Los entrevistados coincidieron en que la transfobia es el punto más sensible a tratar hoy en día, ya que los asesinatos de militantes trans como Diana Sacayán “son muy recurrentes, aunque esto no se vea reflejado en los medios”.
Las personas trans no sólo tienen una esperanza de vida menor a 40 años sino que además el trabajo sexual es casi siempre la única salida que estas personas tienen para sobrevivir, siendo marginadas por la sociedad imposibilitando el acceso a educación, vivienda y trabajo dignos.
Futuros proyectos. La anti discriminación en la mira.
Mas explicó que la ley anti discriminación antidiscriminatoria-nacional/, presentada el 28 de junio en el Congreso, tiene como objetivo “la prevención y sanción de actos discriminatorios que constituya una herramienta eficaz tanto para los gobiernos como para las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general”.
También se busca una ley de apoyo escolar para aquellas personas que sufran bullying por su condición, y una ley que implemente con responsabilidad la educación sexual que permita informar a los jóvenes sobre métodos anticonceptivos y el aborto, además de instruir sobre las distintas sexualidades presentes en la vida cotidiana.
A seis años de la sanción del matrimonio igualitario, desde la FALGTB desestiman que no haya obstáculo por superar, ya que todavía se debe insistir en que las personas homosexuales tienen derecho a vivir con dignidad sin ser agredidas. Si bien los medios de comunicación también ayudan a divulgar la causa, no siempre son respetuosos con estas minorías.
Pero más que nada se debe tratar de ayudar a las distintas agrupaciones, que a pesar de librar una batalla que está lejos de terminar, alzan una bandera que refleja su espíritu positivo y desafiante.
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_Agradecimientos: Nicolas “Zabo” Zamorano, Lisandro Ruiz Díaz, Sara Vissio Miguens, FALGBT y a las personas que decidieron mantener su nombre en privado.
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- Nota de producción realizada para el taller de Periodismo Digital