“Romper el huevo”, una comedia que trata el difícil camino de la adopción, protagonizada por Hugo Varela y dirigida por Roberto Maiocco, se estrenó el jueves pasado en el circuito comercial tras llevar a más de 1.200 espectadores en la premiere del Cine Club Núcleo en el Gaumont.
Esta película de “humor absurdo”, como definió el director del filme a AUNO, muestra la paradójica situación de un hombre que consigue, tras años de espera, la adopción de un chico el mismo día que se entera de que tiene una enfermedad que cree terminal. Su primer impulso es llevar al niño de vuelta al instituto y tramitar su devolución. Pero comenzará a “trabarse una cuestión química, a generarse un vínculo que termina rompiendo la cáscara que tenía este hombre que le impedía vivir la vida”, comentó Maiocco en referencia al título de la película.
El guionista, coproductor y creador de esta historia cuenta que la trama surgió hacia el 2005 de una nota publicada en el diario “La Nación”, donde decía que casi 3 mil chicos esperaban una familia. “Eso resultaba particularmente doloroso y acompañaba la página una foto con 4 o 5 chicos con los hombros caídos mirando un televisor. Parecía un geriátrico pero con chicos”, relató el director. Fue en ese momento en que decidió crear una ficción que diera cuenta de estas paradojas del sistema adopción con un tono absurdo y chiflado.
El protagonista de esta historia es Manso Vital, representado por Hugo Varela, quien está en un papel “totalmente diferente, sorprendente”, respecto a sus anteriores actuaciones. En un principio el actor fue llamado para un papel secundario de médico. Cuenta el director de la película que, al leer el guión entero, el actor se entusiasmó, lo llamó y le dijo: “Si se te cae el protagonista, avisame.” Fue así que Maiocco, sin tener decidido el actor principal de su película y tras un par de pruebas, lo seleccionó.
“Varela hace un papel de un hombre que parece un ogro, que al principio tiene cierta estupidez, esa cosa oscura, y termina haciendo una evolución a lo largo de la historia yendo hacia una luminosidad y una calidez que me pareció sorprendente”, comentó el director.
El niño adoptado, Raúl, es caracterizado por Tony Lestingi. Y también colabora en esta película la ONG Ser Familia por Adopción, que contiene a parejas que quieren adoptar, quienes “se conmovieron mucho ya que la película pudo poner imagen y sonido a esa lucha y vergüenza por la que han de pasar para adoptar”.
Declarada de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación, seleccionada para Pantalla Pinamar, para el Festival del Mar en Punta del Este y para el Festival de Cine Argentino en Australia, deja una enseñanza y es que “son los hijos los que salvan a los padres, más que al revés”.
AUNO 7/10/13
MG-GDS