Incertidumbre en los comedores por el aumento en el precio de las garrafas

A pesar del acuerdo entre el Gobierno y las empresas para poner a la venta la «#732;garrafa social»#8482;, muchos comedores de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano muestran su preocupación por las dificultades para continuar con la asistencia a los más necesitados.

Por Elisabet Contrera

(AUNO-TERCER SECTOR) Mientras un gran sector de los argentinos, desde el sillón de su casa, es espectador de un paquete de anuncios, declaraciones, promesas a futuro y soluciones a medias, otros son los protagonistas de esta crisis. Se trata de cientos de chicos, jóvenes, madres y abuelos que podrían perder el único plato de comida del día
porque los comedores comunitarios no saben si podrán enfrentar este nuevo aumento en el precio de las garrafas.
El panorama es similar para la mayoría de los comedores infantiles porteños y del conurbano bonaerense: los puntos de venta de la garrafa social a 18 pesos “#8220; son sólo 600 bocas de expendio diseminadas por el país- no son suficientes, los subsidios municipales que reciben ya no cubren el gasto en garrafas y muchas de estas instituciones temen por el cierre próximo de sus puertas.
Este es el caso del comedor infantil `Corazón Valiente´, que funciona en la localidad de Gregorio de Laferrere, que resignó el almuerzo que le brindaba a 130 chicos para cumplir solo con la merienda. Para cocinar tortas fritas con mate cocido necesitan 3 garrafas que les cuestan 22 pesos cada una.
“ La verdad es que hoy ya no contamos con el dinero para comprar las garrafas, mañana no sé como haremos frente al aumento. Tampoco percibimos ningún tipo de subsidio porque no tenemos todavía la personería jurídica”, comentó resignada la presidenta del comedor, Susana Molina de Tapia.
Crítica es la realidad que vive el comedor infantil `El Niño Privilegiado´ que ayer todavía no había recibido el subsidio municipal, que no es mucho según Alfonso Piedad, su coordinador, pero que le permite darle de comer a 68 chicos de Lanús Oeste.
Para la directora del comedor `Los Grillos´, Luisa Gauna, tampoco es suficiente la asistencia de la comuna frente al incremento excesivo en el precio del gas envasado. “El municipio nos envía todos los meses dos tubos de 45 kilos y nosotros entre todos compramos dos unidades más”. El comedor ofrece el almuerzo y la merienda a 450 chicos de Luis Guillón, partido de Esteban Echeverría.
Los voluntarios del comedor `Blancanieves´ pensaron otra solución
para conseguir las 6 garrafas por mes que necesitan para darle de comer a 500 personas de Ciudad Oculta. Al magro subsidio municipal le suman los ingresos de la venta de comidas en las zonas aledañas.
Este comedor forma parte del Programa de Apoyo de Grupos Comunitarios que tiene la promesa del jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, de hacerse cargo del aumento del gas licuado.
Ese no el caso del comedor `El Pulgarcito´ que trabaja en la villa 31 de Retiro. La partida que provee la comuna no les alcanza para comprar las garrafas. “ Ya enviamos miles de cartas al municipio para que atienda nuestra demanda pero todavía no obtuvimos ninguna respuesta”, denunció la directora del comedor, Luisa Mamaní. El comedor asiste a 135 chicos que reciben su cena diaria.
La realidad es critica para todos: casi 15 millones de personas dependen de la garrafa, entre ellas, cuatro provincias enteras: Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones. Y la “#732;garrafa social”#8482; no está al alcance de los más necesitados.
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Como comunicarse:
Comedor escolar Blancanieves 4686-2137.
Comedor infantil El Pulgarcito 4315-6491.
Comedor El niño privilegiado 4267-1339.
Comedor Corazón Valiente 4698-2937 o 4626-8455.
Comedor infantil Los grillos 4272-9629.
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Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector

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