Lomas de Zamora, 16 abril (AUNO).- Tiene 28 años. Es del barrio de Corimayo de Burzaco. Cursa la licenciatura de Dirección teatral en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA). Estas son algunas de las coordenadas que describen a Juan Mako, el actor que interpreta a Pica en “el Canto de la Oveja” de Omar Aita. Luego de saludar al público se acerca y conversa con AUNO. En la ida y vuelta de preguntas y respuestas, desmitificó con su historia personal y su trabajo del día a día, la imagen de un actor del mal llamado teatro Ander. “El teatro es un vehículo importantísimo de búsqueda artística y de vínculo, sobre todo, con el espectador”, reveló.
—¿Cuándo, cómo y dónde empezaste a involucrarte con el teatro?
—Hace 12 años en Nobles Bestias, de Temperley, con Alfredo Alamenti. Hice con él un taller particular. Después estuve estudiando clown en Capital, tres años más o menos. Me vinculé mucho con esa técnica. Luego fui pasando por varios profesores particulares. En cuanto a la producción no comencé hace mucho. En 2008, entré en el IUNA, en la carrera dirección que actualmente estoy cursando. Mi carrera se puede resumir un poco, en el estar acá (en el Conurbano sur) y el allá (Capital). Ahora, volví a trabajar acá, en El Canto de la Oveja, una obra que se estrenó el año pasado en el tercer Festival de Buenos Aires Gran. Desde ahí se reunió a todos actores de la zona sur que veníamos de localidades distintas, Lanús, Lomas de Zamora, Burzaco… Nos unió a todos en El Canto….
—¿Cómo se resume la vida de un actor de teatro independiente?
—Y es… (Piensa) una vida relajada en algún punto. Al mismo tiempo, muy laboriosa, de ser muy constante. Hay que soportar algunas veces algunas funciones con cinco o 50 personas. Hacemos mucho hincapié en lo artístico, más que en el resultado, ¿no? En el resultado económico. Todos trabajamos en otra cosa, además de la actuación. Algunos en cosas que no tiene nada que ver con nuestro arte y otros sí. Por ejemplo, yo doy clases en colegios para niños y adolescentes. También, muchos damos talleres en salas o en alguna actividad administrativa, pero siempre relacionada a lo artístico. Hay otros que tienen un oficio o tiene una profesión aparte. Trabajan con profesionalismo, también. Muchos lo hacen como un hobby. Por lo general, el trabajador del teatro independiente que tiene una constancia, lo hace con profesionalismo.
—¿Qué significa el “teatro independiente” y cómo lo ves posicionado dentro del Conurbano sur?
—Significa un vehículo importantísimo de búsqueda artística y de vínculo, sobre todo, con el espectador. Y la producción actual, acá, en la zona sur, cada vez es más grande, cada vez tenemos más apoyos institucionales. Mariana Ortiz Losada (una de las actrices de El Canto…) es nuestra representante institucional del Conurbano sur. Ella está luchando cada vez más para que tengamos aval y más apoyo en cuanto a lo económico y lo artístico en el Consejo Provincial de Teatro Independiente, que dirige Lito Cruz. Cada vez hay más movida, la gente se está acercando más. El último festival Buenos Aires Gran ha unido a muchos actores que no nos conocíamos. Así que lo veo creciendo más al teatro independiente. De hecho, es una de las regiones del Conurbano que más trabaja.
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