A 38 años, los «Lápices» siguen escribiendo

En el ex Pozo de Banfield se recordó al operativo de la dictadura en La Plata conocido como ‘La Noche de los Lápices’. Estuvo el secretario de Derechos Humanos bonaerense que reclamó celeridad a la Justicia para que ese lugar se convierta en un centro de la memoria.

Julieta Doti

En el ex Pozo de Banfield se recordó al operativo de la dictadura en La Plata conocido como ‘La Noche de los Lápices’. Estuvo el secretario de Derechos Humanos bonaerense que reclamó celeridad a la Justicia para que ese lugar se convierta en un centro de la memoria.
Por Julieta Doti
Lomas de Zamora, setiembre 21 (AUNO) – Ex-pozo de Banfield, entre Siciliano y Vernet. Una esquina oscura que, normalmente, solo se encuentra adornada por los grafitis que expresan deseos de “Memoria, Verdad y Justicia”.
Una jornada, en conmemoración a los seis estudiantes secuestrados en la última dictadura militar, en La Plata, se realizó en ese lugar y alumnos secundarios testimoniaron con su presencia.
Las fotos de cada uno de los jóvenes desaparecidos están colgadas, cual guirnaldas, sobre diferentes carpas. Sin embargo, ese lugar sigue siendo lo que es: los restos de un centro de detención clandestina, el último lugar en que se vio a los jóvenes de la “Noche de los Lápices”.
Las estrofas del Himno Nacional, interpretadas por la Orquesta Andina, dan comienzo al acto de apertura. En un pequeño escenario, se acumulan decenas de personas que sufrieron en carne propia la censura en la época dictatorial. Allí reina la nostalgia, acaso el recuerdo, pero también el deseo de justicia y lucha.
Una lucha que une a la Organización Militancia Peronista, a la agrupación “Tiza y Hacha” de Suteba de Lomas de Zamora y a otros grupos con un mismo deseo: Que las nuevas generaciones no olviden. Fue el último martes.
Por eso mismo, estaban parados sacando pecho y con la cabeza en alto, cantando esa canción que representa a la Nación, recordando a aquellos seis jóvenes estudiantes que el 16 de setiembre de 1976 fueron secuestrados y desaparecidos.
El secretario de Derechos Humanos bonaerense, Guido Carlotto, hijo de Estela, aseguró en la ocasión: “Hace años que estamos peleando por este centro clandestino para que el juez nos habilite a hacer algunas cosas”.
“Nosotros no queremos hacer una ‘tiendita del horror’ y tampoco queremos hacer nada para asustar a los chicos como nos dijeron”, aclaró el funcionario.
“Queremos hacer un centro de memoria para que la gente entre vea lo que pasó, porque es la única forma de que se lleven en la retina las imágenes del horror”, expresó.
Después señaló que “ustedes saben que con la Justicia andamos con algunos problemitas. A casi dos meses de haber recuperado a mi sobrino Ignacio Guido, el mayor problema es ver si una jueza vedette tiene la causa u otro, si cito o si no lo hago ¿Esa es la Justicia que tenemos? Están peleando por estupideces, mientras nosotros estamos recuperando estos antros de muerte.”
La causa para la transformación del ex- Pozo de Banfield (lugar donde funcionó como centro de tortura y muerte durante la última dictadura militar) comenzó en abril de 2006.
En agosto de ese mismo año, el Poder Ejecutivo bonaerense transfirió el lugar para que funcionara un Espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.
El testimonio de Noemí
Noemí Mabel Di Cioni, la secretaria del frente gremial de la Municipalidad de Lomas de Zamora, fue una de las sobrevivientes que pasó por el ex-Pozo de Banfield donde estuvo detenida durante seis años.
“Nos hacían, por lo menos dos o tres veces por semana, unas especies de juicios y nos instaban primero a delatar a nuestros compañeros. Si no aceptábamos, debíamos arrepentirnos de lo que habíamos hecho y, si tampoco los hacíamos, nos pedían que firmáramos un papel que dijera: ‘soy ama de casa y cristiana’”, contó.
Añadió que eso “nos permitía dejar de ser ‘irrecuperables’ para pasa a estar en vías de ‘recuperación’. La mayoría de las presas políticas nunca firmamos esos papeles.”, cuenta Noemí.
Los relatos, historias de vida, de lucha, de resistencia, como las de Noemí y de tantos otros presentes, son una puerta temporal para que los estudiantes puedan reconstruir esa parte de la historia argentina que tanto se quiere olvidar, pero que es tan necesaria recordar para que se cumpla el Nunca más.
AUNO 21-09-14
JD-HRC

El encuentro con Guido nos da fuerza para seguir

Lomas de Zamora, septiembre 17 (AUNO).- El secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Guido “Kibo” Carlotto, afirmó que la restitución de la identidad de su sobrino, Ignacio Guido Carlotto Montoya, “ha generado” que “montones de chicos quieran hacerse la prueba de ADN porque sospechan” sobre su procedencia, lo que consideró “una cosa espectacular”.
El hijo de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, fue el principal orador en la conmemoración por los 38 años de “La noche de los lápices”, que se realizó en el ex centro clandestino de detención, el pozo de Banfield, donde asistieron en su mayoría estudiantes de colegios secundarios estatales, en un día para la memoria.
¿Qué se siente al ver tantos jóvenes que hoy en día están cargando los estandartes de esta lucha por la memoria y la justicia?
Mucha alegría. Tantos años de lucha, de sufrimiento. A 38 años, estos chicos hoy tendrían casi 60 años, y hoy en día vienen otros chicos a ver qué pasó. Y ver las fotos que son estáticas y que no envejecen, y que todavía transmiten lo que fue la vida y las ganas del proyecto de país que tenían, es una alegría.
¿Cómo se espera que actúe la Justicia en cuanto a los centros clandestinos de detención que todavía permanecen cerrados?
Nosotros le estamos pidiendo a la Justicia, amablemente, porque la respetamos, un poquito más de celeridad para convertirlos en centros de memoria y que el pueblo argentino sepa que pasó. Pero sus tiempos no son los mismos que nosotros quisiéramos, pero tenemos fe que pronto va a haber muchos más centros de la memoria.
¿Fue un impulso haber encontrado a Guido?
Sin duda, ¡mi sobrino! Una bocanada de oxígeno, un triunfo de los derechos humanos y del pueblo argentino, que nos da fuerza para seguir.
¿Cómo fue el encuentro con su sobrino?
Nosotros le comunicamos a la una de la tarde ese día la noticia, y queríamos que una y media estuviera con nosotros, pero no fue así, fue al otro día que lo vimos en una reunión muy pequeña con los tíos, la abuela, y con todos los primos. Y hoy prácticamente creo que vive más acá que en Loma Negra. Ahora vamos a hacer un viaje juntos, el Papa nos ha invitado y nos va a recibir a mamá, a Guido, y a todos los primos y tíos”.
AUNO 17-09-2014
EN-AFG

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