Fuerte aumento de los productos navideños

Los precios de los principales productos para las fiestas aumentaron sustancialmente. Las variaciones se ubican entre 30% y 35%, y en algunos casos la suba es de 50%.

A pesar de los acuerdos firmados con varias empresas elaboradoras de productos alimenticios, los precios de la canasta navideña aumentaron en forma sustancial.
El costo de la canasta navideña aumentó en lo que va del mes un 30 por ciento en comparación con los precios del año pasado. Esto significa que en el pan dulce hay una diferencia que va desde los dos a los tres pesos y en las sidras un aumento de un peso en relación a la navidad de 2005.
En un relevamiento realizado por la Agencia Auno en los comercios de Lomas de Zamora se pudo constatar un considerable aumento de los precios de los principales productos que se consumen para las fiestas de fin de año.
Este aumento se registra en los productos básicos de la canasta, como la sidra que el año pasado valía 2,75 pesos, ahora cuesta 3,20 pesos, y en los más caros como el champagne y el champagne de fresas el aumento es de tres a cuatro pesos. El año pasado una de las marcas costaba 9,90 pesos y ahora trepó a 13,90 pesos.
Los aumentos de los precios dependen de las ofertas de las distintas cadenas de hipermercados y a la variedad en las marcas de los productos. También experimentaron un fuerte aumento las frutas.
Los duraznos que costaban casi dos pesos el kilogramo el año pasado, ahora el precio trepó a casi cuatro pesos. Un aumento de iguales proporciones se registró en la manzana, los damascos y el ananá.
Las subas más altas se registraron en algunos productos específicamente navideños. Por ejemplo, el peceto y los turrones. En ese mismo mes de 2005 ese corte de carne vacuna tenía un precio de 3,90 pesos y ahora es de 5,70 pesos. Y los turrones se vendían a 0,89 pesos por unidad y se pagan 1,20 pesos.
Las garrapiñadas de chocolate pasaron de 1,99 a 2,79 pesos y los confites de 1,15 a 1,89 pesos.
Además, se verifica una baja en la cantidad y la calidad de los productos, sobre todo en los más baratos como los budines y pan dulces que pesan cada vez menos.
La presidenta de la Asociación de Consumidores y Usuarios de la Argentina, Sandra González, estimó que el aumento promedio total respecto del año pasado es de entre un 30 y un 35 por ciento.
También puntualizó que el Estado tiene las herramientas necesarias para controlar los precios y que una de ellas es estudiar la cadena de comercialización y “ver quién está ganando más de la cuenta” porque “hay una distorsión grande” desde el productor hasta la llegada del producto al consumidor, en cuanto al precio real.
Gonzáles plantea en un proyecto bajar el IVA en la canasta alimenticia básica al 10,5 por ciento y cuestionó los “impuestos altamente distorsivos vigentes, y uno de los peores es el IVA”.
En este sentido, Claudio Lozano diputado y economista de la CTA expresó que uno de los problemas más importantes que aflige a los sectores más empobrecidos son los impuestos de carácter regresivo como el IVA.
Por otra parte, el índice inflacionario aumentó paulatinamente debido a una mayor demanda y capacidad de compra de la población. La mayor demanda generalmente arrastra un aumento en los precios. Estos índices, según los técnicos economistas, son lógicos en un proceso de crecimiento como el que se está experimentando en la Argentina.
La inflación es de 9,6 por ciento. Se duplicó en relación a la del año pasado que era 4,9 por ciento

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