Muchas de las principales ciudades de la Argentina dijeron sí este año a la jornada por el medio ambiente denominada “La Hora del Planeta”. Buenos Aires, Rosario, La Plata, San Luis, Córdoba, entre otras, apagaron sus luces entre las 20:30 y las 21:30 del sábado pasado. Por eso, no fue extraño encontrar al Cabildo o al Monumento Nacional a la Bandera a oscuras.
En nuestro país, esta iniciativa fue coordinada por la Fundación Vida Silvestre, representante de la World Wildlife Fund (WWF), el organismo de la ONU que se encarga de los asuntos de medio ambiente y ecología.
Así, los argentinos se sumaron a las principales ciudades del mundo: Nueva York, París, Londres, Pekín, Tokio, Sidney, San Francisco, Madrid, Granada y Auckland, entre otras.
El objetivo era no sólo ahorrar energía sino también advertir al mundo entero sobre las consecuencias del cambio climático y de la mala conservación del ambiente natural. Pero también se proponen llamar la atención a los mandatarios, en vista a la “Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático” que se llevará a cabo en Copenhague, Dinamarca, entre el 7 y el 18 de diciembre.
“The Hour Planet” fue realizada por primera vez en el año 2007, en Australia. Al año siguiente se hizo a nivel mundial –ya coordinada por la WWF- y se le sumó la Ciudad de Buenos Aires. Recién este año contó con el apoyo de la mayoría de los grandes centros urbanos de la Argentina.
De ese modo, el Obelisco, el Monumento de los Españoles, la Pirámide de Mayo, el Monumento al General San Martín y el monumento a los Dos Congresos, entre otros, estuvieron sin iluminación durante una hora, al igual que las Pirámides de Egipto, el Empire State en Nueva York, el Vaticano, las cataratas del Niágara, la Torre Eiffel, la Acrópolis y el estadio del “Nido del Pájaro” de Pekín, por sólo mencionar algunos de los sitios de los 88 países que adhirieron a la iniciativa.
Además, el Gobierno porteño –mediante la Agencia de Protección Ambiental- hizo un espectáculo de iluminación especial y sonidos en la Plaza Rubén Darío. Pero no sólo los íconos de las ciudades quedaron sin luz, sino que además todo aquel que quiso pudo apagar las luces de su casa y aprovechar su tiempo para realizar actividades que comúnmente no realiza, aparte de haberle dado un respiro al planeta.
www.earthhour.org
www.horadelplaneta.org