Lomas de Zamora, junio 9 (AUNO) – En Argentina, el nivel de hacinamiento medio (tres o más personas por cuarto) afecta al 17,3 por ciento de los hogares del cuarto más pobre de la población, de acuerdo con un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Según el informe, además, los niveles de hacinamiento en la Argentina bajaron desde el 11 por ciento del total de la población, en 2004, hasta el 6,8 en 2010.
Uno de los indicadores de la pobreza es el nivel de hacinamiento en las viviendas. Constituye una de las marcas más objetivas para medir las carencias materiales de la población, junto con el acceso a agua de red, cloacas y calles asfaltadas, entre otros. Vivir en una casa pequeña donde cada habitante no cuenta con espacio suficiente para un mínimo de privacidad es una marca de pobreza.
“Al ser el hacinamiento un indicador estrechamente vinculado con el ingreso del hogar, resulta relevante considerar las diferencias entre los distintos estratos sociales. Entre los años 2004 y 2010, el 25 por ciento inferior en la escala de ingresos redujo el hacinamiento un 26,6 por ciento mientras que el estrato superior lo hizo en tres cuartas partes”, revela el informe.
Así, en la cuarta parte de la población con menos ingresos el hacinamiento afecta al 17,3 por ciento mientras que en el cuarto con mayor nivel económico es del 0,5 por ciento, en el último año del estudio, De acuerdo con el estudio “la brecha entre ambos tipos de hogares se triplicó”.
La cantidad de hogares que presenta niveles de hacinamiento ha bajado de manera despareja a lo largo del país. Así la reducción fue más notable en los partidos del Gran Buenos Aires que en los centros urbanos del interior. “En 2010 en el AMBA los hogares con 3 o más personas por cuarto habitable alcanzaban al 6,2 por ciento frente al 9 por ciento en el resto de los grandes aglomerados urbanos del país”, revela el estudio.
El reporte advierte que “la tendencia diferencial entre grupos también afectó más a los hogares con niños y adolescentes de entre 0 y 17 años que a aquellos otros donde no hay presencia de menores”. Según la UCA, en 2004 más de una de cada cinco viviendas con niños se encontraba en una situación de hacinamiento, mientras que para el mismo año el indicador alcanzaba al 4,6 por ciento en los hogares en donde no se registraba presencia de menores.
La disminución del indicador en el periodo fue más favorable para los hogares sin niños -que experimentaron una variación del 85,5 por ciento mientras que donde sí los había, el hacinamiento se redujo sólo un 43,1 por ciento, con lo que también en este caso la brecha se ensanchó cuatro veces.
AUNO 9.6.2011 CGL EV