Lomas de Zamora, diciembre 21 (AUNO).- La segunda quincena de diciembre siempre se destacó por ser el lapso en el cual se realizan todo tipo de balances. En esos 15 días se aprovecha el tiempo para mirar hacia atrás y analizar los pasos que se dieron a lo largo del año. De esa manera, se podrían llegar a entender los altibajos de cada una de las actividades. El fútbol no queda exento.
Hubo dos campeones: Argentinos en el Torneo Clausura durante el primer semestre; y Estudiantes, en el Apertura que se definió el pasado fin de semana. Aun así, el amplio dominador de 2010 fue este último. El elenco platense culminó el año con 85 puntos en la tabla general, 15 unidades más que Vélez, el escolta.
En los puestos del fondo, como siempre, quienes padecen son los equipos recién ascendidos. Y en esa órbita deambulan Quilmes y Olimpo. All Boys es un caso aparte. Se adaptó rápido a la máxima categoría y supo, especialmente de local, sacar un provechoso caudal de puntos. Por su parte, Independiente, campeón de la Copa Sudamericana, quedó último.
¿Por qué hay que esperar tanto para leer en esta nota a Lanús? Simplemente porque el “Granate” no se movió en la tabla de posiciones. Balance regular: finalizó el Clausura y el Apertura en la séptima ubicación. En cuanto a puntos es prácticamente lo mismo. En el primer semestre sacó 29 unidades, y en el segundo sumó 28.
Y los datos avalan el razonamiento. En ambos torneos consiguió ocho victorias. La diferencia radica en que durante la primera etapa de 2010, seis de esos ocho triunfos fueron en condición de local, mientras que en la segunda mitad del año, esa tendencia se revirtió y la mayoría se dio fuera de casa –cinco sobre ocho-.
Los problemas para hacerse fuerte en la “Fortaleza” de Guidi y Arias fueron un inconveniente que se profundizó a lo largo del Apertura, pero si hay un puntal clave para analizar sobre el plantel “Granate” es sin dudas la falta de contundencia que mostró en ese escenario.
Sólo en cuatro oportunidades logró marcar tres goles o más. Y todas se dieron en el primer semestre: ante Huracán (3-2) en la primera jornada; frente a Atlético Tucumán (3-0) en la sexta, con Arsenal (4-1) en la 16ta fecha, y por último superó a San Lorenzo (3-2) en la 18va. Ya en el Apertura, nunca consiguió anotar más de dos tantos.
De una racha a la otra
Si de rachas se trata, Lanús mostró dos facetas: en el primer semestre fue de menor a mayor, pues, tras caer en forma consecutiva durante tres fechas al comienzo del campeonato –goleada incluida ante Argentinos por 6 a 3, que le permitió luego al “Bicho” empezar su camino al título—, después se recuperó y obtuvo cuatro triunfos al hilo (ante Racing, Tigre, River y Chacarita) por la mínima diferencia.
Pero en el Apertura fue de mayor a menor: luego de tres victorias en fila –-incluida una en la “Bombonera” sobre la hora—, las caídas se precipitaron y perdió en cuatro oportunidades seguidas. Ese panorama determinó que tras la derrota con Vélez por 1-0, el entrenador Luis Zubeldía diera un paso al costado.
Gabriel Schurrer lo reemplazó y comenzó su trayecto con un saldo positivo: tres triunfos, un empate, y su primera derrota el fin de semana pasado ante River por 4-1, de local.
En cuanto a las individualidades, el goleador granate a lo largo de 2010 fue el delantero Gonzalo Castillejos. El ex Rosario Central marcó seis tantos en el primer semestre y cuatro durante el Apertura. Lo curioso es que llegó a ese número sin ser titular en la mayoría de los partidos.
Le convirtió dos goles a Huracán y a Chacarita –todos en los últimos diez minutos-. Y también por duplicado a Argentinos en los primeros diez, para darle los tres puntos a Lanús. Luego rompió redes a Boca y San Lorenzo en el primer torneo y volvió a anotarle al “Ciclón” y al “Globo” en el segundo. Salvo con Boca, después el “Grana” siempre ganó.
A Castillejos, primer refuerzo del año, único de renombre en el Clausura, luego se le sumaron otros más, que también dieron sus frutos, especialmente en el segundo semestre.
Zubeldía se las arregló en el primer certamen de la mano de varios futbolistas surgidos de las inferiores: así apareció Guido Pizarro, que hoy es el más asentado en el equipo titular. En la defensa Carlos Arce y adelante Leandro Díaz también fueron puntos fuertes.
En el Apertura todo cambió. Y se abrieron las puertas a varios de refuerzos. El uruguayo Mario Regueiro y el cordobés Silvio Romero le dieron aire fresco a un Lanús falto de contundencia. Ambos marcaron cuatro goles y, junto con Castillejos, se erigieron como los máximos artilleros del equipo en el certamen.
Las expulsiones, un capítulo aparte
Si hubiera un torneo que tuviera en cuenta las expulsiones para sumar puntos, Lanús hubiese sido campeón por un amplio margen. En el año se llevó 11 rojas cuatro en el Clausura y siete en el Apertura. Agustín Pelletieri fue el que más veces se debió retirar antes del partido, con tres. Lo siguió Santiago Hoyos, con dos.
El dato a tener en cuenta es que en dos ocasiones, las expulsiones fueron por duplicado en un mismo encuentro: En la derrota ante Racing en Avellaneda y la caída con Estudiantes, en Quilmes. La muestra de que cuando se pierde, los ánimos se exasperan.
La irregularidad, un denominador
Así pasó un balance en el que se destacó la ausencia de copas internacionales. Sin viajes al exterior, Lanús dejó un 2010 a pleno campeonato doméstico. Y si bien estuvo cerca de clasificar a la Copa Libertadores del próximo año, también quedó fuera y tendrá que poner todas las fichas en busca de un título argentino. Esa será su apuesta.
La regularidad en los números fue de la mano de la irregularidad en el rendimiento. Con más potencial que realidad, el elenco de la Zona Sur del
Conurbano bonaerense pasó un certamen de transición. Ya con la mente puesta en el 2011, intentará que el balance deje de estar a medias tintas y la próxima segunda quincena de diciembre lo vea protagonista no sólo de esta nota.
AUNO-21-12-10
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