Los veteranos de Malvinas de Lomas de Zamora denunciaron la “falta de una política de Estado” para con ellos y criticaron el accionar de soldados que, sin haber combatido en las islas, reclaman una pensión de guerra.
Asimismo, cuando regresaron al continente entendieron que “la guerra había sido una operación política frente a la que el Estado no sabía cómo tratar a los veteranos que él mismo había creado”, consideró el ex combatiente Ricardo Lago, en diálogo con AUNO.
La primera legislación que los reconoció data de 1984, cuando la ley 23.109 reconoció la necesidad de garantizar la vivienda y el trabajo a los ex conscriptos, aunque “actualmente no se cumple”, criticó el ex combatiente.
En 1991 se les brindó una pensión graciable, “como la de un ama de casa”, y en 1996 el Gobierno nacional autorizó una “pensión de guerra”, que en la actualidad es el centro de conflicto con los “pseudo combatientes”.
La crítica se extendió a los “soldados convocados” que realizaron las “funciones normales del servicio militar en el sur y en distintas bases del país, pero que nunca combatieron ni pisaron suelo malvinense”.
Estos “veteranos truchos”, según el conscripto Gustavo Tellini, reclaman la pensión de guerra, “se movilizan por cuestión de plata más que por cuestión de honor”, añadió.
Lago además denunció que a 26 años de la guerra con Inglaterra nunca se realizó un control de la salud de los veteranos, “que hubiera servido para controlar las depresiones y evitar los 350 suicidios que se produjeron”.
“Si quieren venir que vengan, les prestaremos batalla”, rezaba el por entonces presidente de facto Leopoldo Galtieri en el documental, palabras que ellos no escucharon hasta el regreso.
“Durante 74 días sólo esperamos a los ingleses. Esa fue nuestra única táctica. No había información ni armamento, sólo recibíamos mensajes triunfalistas de nuestros superiores”, recordó Tellini, durante una charla que él y sus compañeros dieron en la Facultad de Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
Además, sentenció que en época de democracia fueron juzgados peyorativamente porque durante el gobierno de Raúl Alfonsín se los consideró con los mismos parámetros que a los militares que tenían “órdenes antiterroristas” y no como “ciudadanos civiles bajo bandera”.
El ex combatiente utilizó la histórica frase “ni vencedores ni vencidos” como evaluación final de la guerra, porque el balance del enfrentamiento remite a sus muertos: “Los caídos en batalla y los que luego se suicidaron, y los hubo argentinos e ingleses”.
MNL-AFD
AUNO-04-04-08
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