El Mal de Chagas es una afección producida por el parásito Trypanosoma Cruzi. En su etapa crónica, que alcanza a cerca de 30 por ciento de los infectados, la enfermedad puede ocasionar lesiones en el corazón, aparato digestivo y sistema nervioso.
La vía más frecuente de contagio es a través de la picadura de la vinchuca. Además, una persona puede infectarse por transfusiones de sangre o transplante de órganos de donantes afectados con el parásito, la infección de la placenta en lo que se denomina Chagas congénito, por la ingestión de alimentos contaminados, como la leche materna o carne poco cocida de mamíferos silvestres. De forma accidental, por contacto directo con la sangre de personas o animales parasitados.
Según la OMS, la enfermedad de Chagas-Mazza es la patología tropical más frecuente en América latina y la padecen alrededor de 20 millones de personas. En Argentina se estima que afecta al 5 por ciento de la población.