El humedal de la Reserva Natural y Provincial Santa Catalina en el partido de Lomas de Zamora sufrió reiterados incendios desde el inicio de la pandemia, por lo que los grupos medioambientales locales exigen la reglamentación de la Ley 14.294 que protege al humedal.
Los activistas esperan acciones concretas del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) y del Municipio de Lomas de Zamora para el monitoreo, la recomposición y la investigación de los hechos ocurridos desde el año pasado, y que se intensificaron en mayo de este año.
El principal problema es “la falta de voluntad política” por parte del OPDS quien “no responde ningún tipo de reclamo, ni de vecinos ni de organizaciones” como la ACUMAR o la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), destacó Florencia Bazán, miembro de la organización de Vecinos Autoconvocados en Defensa de Santa Catalina.
El fuego impacta sobre la flora del humedal, principalmente en el pastizal. «Se tienen que proteger porque tienen un gran valor de protección del ambiente. Santa Catalina es uno de los pocos lugares que tiene pastizales, entonces los incendios afectan directamente y, como consecuencia, también a la fauna», explicó Bazán.
En diálogo con AUNO, la activista remarcó la importancia de la reglamentación de la ley para que se resguarden las hectáreas del humedal, y se controlen los impactos. «Primero hay que entender que el ser humano no está por fuera de la naturaleza y lo que hagamos en ella va a impactar directamente sobre nosotros. Hay que cuidar estos lugares para que no impacte sobre nosotros», manifestó.
Los humedales son ecosistemas “muy importantes”, agregó, que naturalmente absorben las lluvias permitiendo que el agua no se desvíe hacia otros sectores y como consecuencia de su falta de reparo se impulsaron reformas hídricas que “no han sido suficientes” para el correcto control de las inundaciones.
Las organizaciones vecinales y ambientales denunciaron en reiteradas oportunidades la falta de implementación de medidas que regulen -como la aplicación de la Ley 14.294-, reglamenten y protejan el espacio para salvaguardar a la población lindante de sus consecuencias.
Los vecinos que viven en zonas aledañas al espacio han estado comprometidos con la causa desde mucho antes de que el sector sea declarado como reserva en 2011 y, es gracias a las jornadas recreativas, como las famosas “corpachadas” y las actividades de reciclado, que han logrado poner en boga la lucha medioambiental.
Las problemáticas que atañen a la Reserva van desde los incendios intencionados, relleno del humedal hasta la falta de implementación de normativas por las instituciones correspondientes.
AUNO-3-6-21
EB-SAM