Por Camila Álvarez y Rocío Camisay
«Dejamos la rivalidad a un lado para hacer un bien común«, aseguró Juan Manuel, socio del Club Atlético Banfield. Como otras y otros hinchas y vecinos y vecinas de Lomas de Zamora, él y su hijo Santino llegaron hasta el Estadio Florencio Solá para acercar sus donaciones de ropa, calzado, útiles escolares, alimentos no perecederos y agua potable para ayudar a los damnificados del temporal en Bahía Blanca.
Entre el 11 hasta el sábado 15 de marzo, ese club deportivo llenó ocho camiones. El destino era el Club Villa Mitre de Bahía Blanca, el rival que iba a enfrentar en un partido previsto el martes, pero que fue suspendido al conocerse las devastadoras consecuencias de la tormenta que provocó 16 muertos y cientos de evacuados en esa ciudad al sur de la provincia de Buenos Aires.
«Los clubes son nuestros hermanos y en esta situación, todavía más«, aseguró el presidente de ese club, Juan José La Rocca, en diálogo con AUNO. «Cuando se suspendió el partido, llamé a un dirigente para solidarizarnos. La idea de las donaciones era hacerlo club a club para asegurarnos que todo llegue a destino«, explicó Abel de Giacomo, uno de los integrantes de la comisión directiva del club lomense.
Es así porque Villa Mitre está vinculado con una fundación que está a cargo de la distribución de las donaciones en Ingeniero White y General Daniel Cerri, las localidades bahienses más afectadas por las inundaciones. Banfield puso a disposición sus instalaciones y así empezó la cruzada solidaria de hinchas, socios, socias, vecinos y vecinas.
«El pueblo está salvando a la gente»
Desde el primer día, cientos de personas llegaron hasta el Solá para aportar lo que pudieran. Las y los voluntarios organizan las bolsas y cajas con rótulos que describen las prendas, los alimentos no perecederos y los productos de higiene. También recibieron comida para perros, colchones y muebles en buen estado.
Uno de los ayudantes es Rubén Bujan, que se define como hincha del Taladro desde que nació. «Estamos trabajando para la gente de Bahía Blanca. La gente humilde es lo mejor que tenemos: si bien a veces no tienen para comer, igual traen algo para donar. Eso es lo más valioso. Lo mejor que tenemos es el pueblo, porque es el que está salvando a la gente», consideró al conversar con AUNO.
La iniciativa también despertó la solidaridad de otras instituciones de zona sur del conurbano. Gustavo Rosetti es hincha de Los Andes y vecino de José Mármol. Él destacó a este medio que los clubes «como asociaciones civiles, están siempre presentes porque son del barrio». Y agregó: «Están con todos y confío más en ellos para estas campañas que en otros».
Paula es vecina de Lomas de Zamora y vino dos veces a traer donaciones. Admitió que, a pesar de no conocer a nadie de Bahía Blanca y de no ser la primera campaña solidaria en la que participa junto a su familia, está conmovida por lo que pasó con el temporal: «Ver las imágenes y ver gente que pierde todo da angustia”.
Viviana y Carlos Santillán encontraron la colecta por las redes sociales y no dudaron en acercarse. Al igual que muchas y muchos otros que pasaron por el Solá, coincidieron que el rol de la ciudadanía es crucial para paliar las tragedias: «La gente salva a la gente«.
El pedido de Bahía Blanca
La Rocca agradeció la solidaridad de la comunidad banfileña que donó para la ciudad. «Lo que más necesitamos son colchones, artículos de limpieza y alimentos”, explicó sobre las campañas solidarias que aún siguen vigentes.
«Vamos a seguir trabajando para los hospitales que desaparecieron, las escuelas y los geriátricos de los abuelos, pero ahora estamos poniéndonos de pie«, concluyó.
AUNO-16-03-2025
CA-RC-MB
