Monte Grande, 16 octubre (AUNO).- El documental La Laguna, de Víctor Bailo, que narra un año en la vida de la Laguna de Rocha, competirá en el Festival de Cine de Bogotá, que se realizará desde el 20 hasta el 28 de este mes.
Además, la creación del realizador oriundo de Esteban Echeverría está convocada para participar del Festival de París y para el de Medio Ambiente en Buenos Aires, en todos los casos en la categoría documental. “La película toma vida propia”, reflexionó Bailo ante AUNO.
En el film se aprecian el paisaje y las diferentes realidades sociales y culturales alrededor del humedal, el contraste entre la urbanización y la precarización de los barrios de emergencia. En este sentido, el director afirmó que el arte “tiene la responsabilidad de trasmitir un mensaje a la sociedad”.
El Festival de Cine de Bogotá se inauguró hace más de treinta años y tiene como finalidad impulsar el género documental. La Laguna participará en esta categoría junto a Las vacas con gafas (Puerto Rico), Dementia (Filipinas) y La sargento Matacho (Colombia), entre otras.
Un humedal es el espacio natural que regula las crecidas de ríos y arroyos y que puede paliar una inundación, aunque, para Bailo, “la laguna es más que eso, es identidad barrial, parte de nosotros”, expresó. Este espejo de agua fue declarado Reserva Natural en 2013 a través de una ley provincial. En el pasado era el hábitat del pueblo querandí.
-¿Qué significa que su film sea visto en Colombia?
-Estamos muy contentos. Me alegra mucho porque (la película) es muy local. Ver que el tema tenga interés en otra parte es gratificante. La película toma vida propia.
-¿Cómo se logra que una película llegue a festivales internacionales?
-Cada festival tiene una página que sintetiza la información tanto a nivel local como internacional. En el caso del festival francés me mandaron una invitación. A través de Internet (los jurados) pueden ver el film. Los canales como YouTube ayudan para darle difusión.
-En un momento del documental se ven, por un lado, la urbanización de un barrio privado y, por el otro, la precarización de los barrios de emergencia. ¿Por qué aparecen esas dos realidades?
-Cuando uno piensa en una laguna se imagina un espejo de agua como la de Chascomús. Es más que eso. En los bordes hay distintas realidades. Vas caminando y ves un barrio privado, seguís y ves monoblocks o el barrio 9 de Enero. Hay un contraste de clases sociales, como en la Argentina. Los más humildes tienen una relación muy digna con el agua. También, hay asentamientos de paraguayos que hablan su idioma natal, que es el guaraní, o formoseños que tienen diferentes culturas. El agua es parte de ellos. Muchos sufrieron las inundaciones y perdieron todo. Vuelven a rehacer todo. Es el precio que paga la gente por no pertenecer a una clase acomodada. No es un criterio de selección mía mostrar eso. Es lo que había allí, no puedo mentir.
-¿Cuál es la importancia de un humedal?
-Este lugar, La Horqueta, está integrado al pueblo de Monte Grande. Está lleno de paisaje natural, forma parte del medio ambiente. De chico pensaba que era un lugar lindo para ver. Pero de grande me enteré que es un lugar esencial, donde desembocan todos los arroyos y tiene la funcionalidad natural de paliar una inundación. Es un filtro para abajo y va cargando los acuíferos. Si el suelo no está contaminado, hay agua potable, es decir, dulce. Algunos ven barriales, es más que eso. Lo científico de un humedal es eso. Para los echeverrianos es identidad y para el futuro es lo más importante.
-¿Como surgió la idea de filmar?
-Soy egresado de la Escuela de Cine de Avellaneda y docente. Hay pocas escuelas de cine. Ahí le dan mucha importancia al cine documental porque toman el legado de la Escuela del Litoral (Santa Fe). Siempre me gustó la idea de mostrar diferentes realidades, de ver el conflicto social mediante el arte. El artista no es un extraterrestre sino que es parte de lo que llamamos realidad. Es imaginar sueños y pesadillas. El arte forma parte de lo real. Al estreno de La Laguna fueron 400 vecinos. Esto excede una película. Uno tiene la responsabilidad de dejar un mensaje, de transmitir algo.
AUNO-16-10-2015
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