Lomas de Zamora, 25 agosto (AUNO).- Hace cuatro años que Fátima Catán, la joven asesinada en Villa Fiorito, moría el 23 de agosto tras cinco días de agonía en el Hospital de Quemados de La Plata. El sábado pasado, sus padres visitaron el cementerio pero no hicieron ningún acto de homenaje. Solo esperan un día: el 20 de febrero de 2015, fecha en la que comenzará el juicio oral contra el único acusado por “homicidio en contexto de violencia familiar”, Martín Santillán, su ex pareja.
Según la investigación, Fátima fue rociada con alcohol y prendida fuego en la casa que compartía Santillán, el único procesado en la causa. Sus familiares la llevaron de urgencia al hospital Evita de Lanús y días después al de Quemados, de La Plata, donde finalmente falleció. Su padre, Jesús Catán, recordó a AUNO que se enteraron de la agresión hacia su hija a través del amigo de un sobrino que vivía en la misma vivienda que la pareja.
Santillán está ahora bajo arresto domiciliario, lo que implica que no tiene autorización para salir de su casa, y de hacerlo estaría violando la ley. Fue la misma madre de la víctima, Elsa Geréz, la que apeló ante la Justicia para que se le otorgara este tipo de arresto con la esperanza de que luego del juicio oral se lo condene a cárcel común.
El abogado de la familia, Gabriel Juricich, destacó a esta agencia que, en conjunto con los otros letrados que trabajan en la causa, no han discutido cuántos años de detención van a solicitar, pero calculó que pedirán 14 o 15 años.
“A ella nunca más la voy a tener, la condena, por más años que sean, tampoco me va a hacer feliz”, enfatizó Catán, quien en este momento acompaña a su esposa Elsa en la recuperación del ACV que tuvo en marzo de este año y que sólo le permite articular unas palabras, aunque no tiene problemas en su movilidad.
JR-AFD
AUNO–26–08-14
