Lomas de Zamora, abril 4 (AUNO).- Más lucha que juego. Más fricción que fútbol. Esa fue la síntesis del empate que consiguió Lanús en Floresta. El 0-0 ante All Boys significó el primer punto del elenco que conduce Gabriel Schurrer en condición de visitante en el Torneo Clausura. Por eso, más allá de cómo se dio la igualdad, el “Granate” prefirió rescatar la importancia de la igualdad lograda.
“Fue un partido muy malo. Podemos jugar mejor y en esta oportunidad no se vio nada de eso. Cuando el encuentro se perfila de esa manera, lo que hay que hacer es darle prioridad a lo que se consigue. El punto nos sirvió para dejar una buena imagen”, aseguró el mediocampista Guido Pizarro en diálogo con* AUNO*.
Con la igualdad, el conjunto de la Zona Sur del Conurbano bonaerense cortó una racha adversa fuera de Guidi y Arias de tres caídas consecutivas: frente a Newell’s en Rosario (2-1); en el clásico ante Banfield (2-1) y en Mendoza cayó 2-0 con Godoy Cruz.
El caudal de puntos que acumula Lanús se basa fundamentalmente en su campaña como local, pues en casa obtuvo tres victorias y un empate. Esta unidad le permite alcanzar los once puntos en el Clausura, aún lejos de los 15 que poseen River y Estudiantes, los dos líderes del certamen.
“Siempre es importante sumar. A veces no se puede jugar como quisiéramos y cuando la realidad del partido no nos permite llevarnos los tres puntos, lo mejor es no perder. El campeonato está muy peleado, con muchos equipos en escasa distancia. No hay que desesperarnos si no podemos ganar”, afirmó el volante granate.
Y agregó: “Nuestros problemas pasan por la manera en que encaramos los partidos. Frente a All Boys arrancamos mejor, superamos al rival pero no convertimos. Después, la necesidad de ellos nos arrinconó y no supimos cómo contrarrestarlos. Dentro de un trámite chato, la clave estuvo en no desesperarnos y mantener así el cero en nuestro arco”.
Pizarro sabe cuáles son las debilidades de su equipo, pues su rendimiento fue de mayor a menor. Los dirigidos por Schurrer tuvieron sus chances y no lo sellaron en el resultado. Luego decayeron y no perdieron por la mala puntería del rival. El dato es contundente: el “Albo” marcó sólo dos goles en el torneo, y ambos a Vélez en la segunda fecha.
El turno ahora será volver a Guidi y Arias. Allí, Lanús se verá las caras ante Boca, un plantel que comienza a tomar vuelo propio a partir de las dos victorias al hilo que acumula (1-0 a Colón y 2-1 a Estudiantes), de la mano de Juan Román Riquelme.
“Será un desafío especial. Siempre jugar contra un equipo grande y en casa se torna distinto a los demás. Hay que aprovechar la contundencia que marcamos de local y volver a sumar de a tres. El rival va a llegar entonado por los resultados pero también tiene problemas en la generación de juego. Debemos sacar a relucir nuestro potencial”, consideró.
De esa manera irá Lanús a buscar nuevos puntos cuando choque con el conjunto que entrena Julio César Falcioni. El compromiso, con la localía a cuestas, permite pensar que habrá más juego que lucha y más fútbol que fricción. Será cuestión de ver cuál será la síntesis y qué será lo que rescate el plantel granate el próximo desafío.
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