Por Paula Costanzo y Santiago Gorostiaga
La expansión del coronavirus por el mundo provocó la cancelación de múltiples vuelos en todos los continentes, lo que provocó que alrededor de 23 mil argentinos queden varados en diferentes países, sin posibilidad de regresar a sus hogares.
El 12 de marzo el presidente Alberto Fernández dispuso la suspensión de los vuelos internacionales provenientes de los países de riesgo, como China, Irán, Corea del Sur, Estados Unidos y las naciones europeas.
En un principio, la idea del Gobierno era que Aerolíneas Argentinas sea la única empresa encargada de repatriar a los turistas argentinos alojados en estos países, pero luego decidió habilitar a otras compañías. De todas formas, la disponibilidad de vuelos es muy escasa para la gran cantidad de argentinos en el exterior.
Juana Maldonado, Rocío Sacchetto y Rosa Carrillo son algunas de las vecinas del conurbano bonaerense que viajaron a diferentes destinos turísticos del exterior y aún no pudieron volver.
Varada en Le Mesnil Saint Denis
Juana Maldonado es de Remedios de Escalada, pero desde hace unos días está varada en un pequeño pueblo francés llamado Le Mesnil Saint Denis, a una hora de París.
Juana llegó a Europa como turista el 5 de marzo. Participó de la marcha del 8M en la capital francesa, conoció la Torre Eiffel y recorrió Londres, pero cuando estaba por viajar a Bélgica -su último destino-, se dio cuenta que la situación internacional ya era demasiado complicada.
El presidente Alberto Fernández había decidido suspender los vuelos internacionales provenientes de los países de riesgo y, a su vez, existía la posibilidad de que Francia cierre sus fronteras.
“Yo necesitaba volver a Francia porque era el único lugar de Europa donde tenía conocidos que me podían hospedar. Así que cancelé la visita a Bélgica y saqué un pasaje urgente a París”, relató Juana.
Tal como lo había imaginado, unas horas después de su llegada a Francia, el presidente Emmanuel Macrón anunció el cierre de las fronteras.
Los días siguientes, Juana se dedicó a buscar la manera de volver a la Argentina, porque su vuelo del 22 de marzo con la empresa Aeroméxico estaba cancelado. Llamó a la Cancillería, le mandó mensajes a Aerolíneas Argentinas para intentar conseguir la repatriación, se contactó con la empresa mexicana y hasta ayer, no obtuvo ninguna respuesta alentadora.
“Mi idea era intentar volver desde Madrid en uno de los vuelos de repatriación de Aerolíneas Argentinas, pero no conseguí disponibilidad. Así que llamé a Aeroméxico y pedí que me den un vuelo para el 5 de abril”, señaló la joven.
A pesar de tener un vuelo de regreso confirmado, Juana no sabe con certeza si efectivamente va a poder viajar: “En teoría podría, pero depende de un montón de cosas”.
Encerrada en la costa de Bahía
Desde el 18 de diciembre Rocío Sacchetto vacaciona en la ciudad brasileña de Salvador. El regreso a su hogar en Monte Grande iba a ser el 29 de marzo por Aerolíneas Argentinas, pero “el pasaje fue cancelado con posibilidad de usarlo hasta noviembre sin cobro de penalidad”. Además, completó un formulario en la Cancillería Argentina vía web para registrarse como varada.
“El hostel está cerrado desde el lunes pero decidieron alojar a otros argentinos varados para ayudarlos y tomar todas las precauciones que podamos”, sostuvo en diálogo con AUNO.
Rocío remarcó que en Salvador “hay 17 casos confirmados” de coronavirus y “alrededor de 350 personas aguardan resultados” porque los contagiados “aumentaron bastante de un día para otro” durante esta semana.
“Me encerré desde el lunes. La gente sigue yendo a trabajar y hay menos movimiento, pero cuando fui a comprar en el barrio se veía todo normal”, detalló sobre la situación en aquella ciudad.
Esta semana, en la capital de Bahía se anunció la suspensión de clases, eventos y cierres de museos por el lapso de un mes y en las próximas horas se verá afectado el transporte público local e interlocal junto con el cierre de shoppings.
“Los primeros casos fueron en un casamiento en la isla de Itacaré donde había personas infectadas que habían vuelto recientemente de España”, agregó la joven de Monte Grande.
Visitas diarias al aeropuerto de Miami
Hace cinco días que Rosa Carrillo, su marido y su hija adolescente repiten la misma rutina: van con sus valijas al aeropuerto de Miami, esperan a que sea la hora de vuelo de Aerolíneas Argentinas a Buenos Aires, consultan si quedó algún asiento disponible, y ante la negativa, se vuelven a descansar a su hotel.
La familia lomense está desde el 6 de marzo en Miami. Si bien tenían que volver el jueves pasado a la capital argentina, su vuelo fue cancelado. Aerolíneas Argentinas les ofreció volver el martes en un vuelo con escala en Lima, pero unas horas antes Perú cerró sus fronteras, así que tampoco pudieron regresar.
“Desde el domingo, vamos y venimos con las valijas al aeropuerto para ver si se desocupa algún lugar, porque si hay gente que no se presenta, completan con las personas que no tienen regreso”, relató Rosa.
La familia pasa el resto del día alojada en el hotel, donde está cerrado el comedor, no se puede usar el gimnasio ni las piletas. En la ciudad, donde hay más de 100 casos de coronavirus, la actividad también está restringida: “Los restaurantes dan viandas pero no te permiten quedarte, cerraron los shoppings y la gente sólo sale a comprar comida”, contó.
Aerolíneas Argentinas les informó que podrían viajar el 26 de marzo en un vuelo de repatriación. Pero ante la incertidumbre del contexto, la familia seguirá visitando el aeropuerto en los próximos días.
“Vamos a seguir yendo porque no queremos descartar o perder la posibilidad de viajar. Hubo tantos cambios en estos días que no nos quedamos tranquilos. En estas circunstancias, nada es seguro”, señaló Rosa.
AUNO-21-3-20
PC-SG-SAM
