Esta semana se terminó de destapar la olla por la transferencia de Luciano Civelli al Ipswich Town, de la segunda división del fútbol inglés. En un principio se informó que Banfield conservaba el 50 por ciento del pase del mediocampista y que la otra mitad de los derechos económicos más la totalidad de los derechos federativos habían sido vendidos a la entidad inglesa por un millón y medio de dólares.
Pero luego de una investigación por parte del grupo que conforma la minoría en la Comisión Directiva (encabezado por el ex candidato a presidente Eduardo Spinosa) salió a la luz que Banfield no se quedó con la mitad del pase de Civelli (en Inglaterra no se permite comprar y vender porcentajes de jugadores) sino que en realidad tiene la posibilidad de percibir el 50 por ciento de lo que ingrese en las arcas del Ipswich por una futura venta del jugador.
Uno de los problemas que esto genera es que si Civelli queda libre, Banfield no cobraría nada. Además, si las circunstancias lo ameritan, el club inglés tendrá la chance de abonar (antes de que finalice 2010) la suma de otro millón y medio de dólares y quedarse con la totalidad del jugador, para así disponer de una futura transferencia por un monto mucho mayor, sin tener que pagar porcentaje alguno a Banfield.
La polémica por esta transferencia generó diferentes cruces mediáticos entre el presidente del club, Carlos Potell, y Spinosa, que lidera la minoría. Por un lado el oficialismo aduce “errores de comunicación” que generaron confusiones en cuanto a los pormenores del contrato y, por el otro, la oposición encolumna esta venta junto a muchas otras que entienden no fueron beneficiosas para la entidad.
AUNO-20-02-09
MV-LDC
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