Lomas de Zamora, marzo 28 (AUNO).- A tres meses de que comenzaran los desalojos de los vendedores ambulantes y puesteros que trabajaban sobre los andenes, las vías y el puente de la estación de tren de Lomas de Zamora, el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora realizará una sesión extraordinaria, la primera del año, para abordar el reclamo que sostienen los trabajadores con un acampe frente a las puertas del Palacio municipal.
“Circo municipal, pasen y vean”, invita uno de los anuncios en la entrada a las carpas que las más de 37 familias de comerciantes dispusieron en la Plaza Grigera, frente a la Municipalidad, desde donde exigen hace más de diez días que las autoridades regularicen su situación laboral y los dejen volver al trabajo.
El conflicto comenzó en diciembre pasado cuando efectivos de la policía local, Centro de Protección Urbana (CPU) de Lomas de Zamora, comenzaron a expulsar, por etapas, a estos trabajadores que venden su mercadería de forma ambulante o en puestos callejeros.
Primero fueron desalojados los puesteros que estaban ubicados en Founrouge, entre Alsina y las vías; luego, el 26 de enero sucedió lo mismo con los de Boedo, entre la avenida Hipólito Yrigoyen y las vías; y el 4 de marzo pasado corrieron a los puesteros que quedaban en la estación de trenes.
El argumento para sacarlos de estos lugares fue que la comuna “necesitaba el espacio libre para remodelar los alrededores de la estación y Boedo”, explicó a esta agencia Viaviana, que tenía su puesto en Yrigoyen a metros de Boedo y acusó: “Nos dijeron que nos iban a reubicar finalizadas las obras, pero eso no pasó”.
Hasta ahora, las propuestas que el Ejecutivo municipal hizo llegar por medio del secretario de Gobierno, José Romero, fueron incorporarlos al sistema de ferias nuevas, como la de Larroque en Banfield y la de “incorporarlos al plantel municipal”, según declaró el funcionario.
“Nos sacaron nuestra fuente de laburo y ahora nos quieren extorsionar con planes de trabajo de dos mil pesos y con contratos por sólo dos o tres meses”, denunció a AUNO Cristian, que hace 31 años vivía de la venta de ojotas en una de la esquina de las vías y Boedo en un puesto que heredó de sus padres. En consonancia, Viviana, explicó: “Con 2 mil pesos no comemos y además no nos da una respuesta a largo plazo”.
Martín “Insaurralde, queremos nuestros puestos de trabajo”, reclama al intendente lomense el cartel principal que los trabajadores ubicaron de cara a las puertas del Palacio Municipal con el objetivo de permanecer en la plaza hasta que los escuchen.
Sin embargo, desde la institución –cuyos funcionarios no respondieron a los llamados de esta agencia-, les exigen que cesen la protesta si quieren hablar.
Gran parte de los comerciantes, que en su mayoría tienen puestos de ropa, bijouterie, golosinas, frutas o elementos de electrónica, pagaban mensualmente un permiso municipal para que se los habilite a llevar a cabo su labor. Por ejemplo, para el puesto de venta de medias de Viviana y su esposo Luis les “pedían 50 pesos por mes de permiso, monotributo, libreta sanitaria, y cada tres meses un costo de renovación de ese permiso de 9 pesos”, aseguró.
Los comerciantes en su petición al intendente exigen que se los regularice y que se les apliquen los impuestos necesarios para que estén funcionando de forma legal, como lo hacen los kioscos de diarios y los puestos de flores.
En busca de encontrar un consenso sobre el tema, los concejales Javier Iglesias, Diego Cordera y Gabriel Mércuri del LiPeBo; y Rosendo Pedernera, Elvira Ballester y Julio Gutiérrez del ARI-CC solicitaron una sesión extraordinaria para mañana a las 11.
“El problema parte de la orden de Insaurralde, y es esencial que en un distrito como Lomas donde hay tanta desocupación se busque la forma de formalizar los trabajos existentes”, destacó Gutiérrez y señaló “que de legalizarse los empleos, se haría un verdadero cambio en la recaudación impositiva y en la redistribución”.
EL CASO DE LA ESTACIÓN
“En el puente y las vías de la estación, a pesar de que algunos compañeros habían pagado todo por un año, les dejaron sin renovación el permiso en diciembre”, contó a esta agencia César, que desde hace más de 15 años hasta que lo desalojaron hace apenas unas semanas vendía panchos sobre el andén de tren de Lomas.
“Ahora, la policía tampoco nos deja trabajar de forma ambulante, y han cerrado con reja la entrada del puente hacia la estación”, agregó el comerciante.
Con él coincidió Cristian mientras miraba esta mañana como unos efectivos de la Gendarmería obligaban a un vendedor ambulante de golosinas a salir de las vías. “Todo esto es ilegal”, denunció el h hombre y explicó que “los terrenos de los ferrocarriles son federales por lo que la policía de Insaurralde (del Centro de Protección Urbana) no tenía autoridad para desalojarnos de allí”.
Esta mañana, desde las 11, Gendarmería desplegó alrededor de 20 efectivos en las entradas a la estación, vías y puente “con la orden de la Municipalidad de no dejar pasar a los puesteros”, según afirmó a AUNO uno de los uniformados.
Sobre los operativos, el vendedor del puente Alberto Bustamante señaló a esta agencia que el opertativo policial realizado esta mañana fue para desalojar a quienes se habían reinstalado allí.
Otro interrogante abierto es qué pasará con los puesteros que trabajan sobre la peatonal Laprida, donde algunos comerciantes aseguraron que saben que “tarde o temprano van a venir a desalojar para hacer obras”, aunque aún desconocen cuándo.
RM-MLC-AFD
AUNO-29-03-11