El costo del gasoil y el índice de contaminación del medio ambiente le han dado nuevo impulso al proyecto que las distribuidoras de gas, Metrogas y Gasnor, vienen promoviendo desde que invirtieron más de 400.000 pesos en los primeros dos colectivos propulsados a GNC en la Argentina.
Las dos unidades que transitan por Buenos Aires, y cubren los trayectos de las líneas 28 y 132, pertenecen a las empresas DOTA S.A. y Nuevos Rumbos, respectivamente, y fueron diseñadas y construidas específicamente para funcionar a gas, por la automotriz El Detalle. Ambos modelos fueron equipados con ocho tanques de 107 litros de capacidad cada uno, que les otorgan, aproximadamente, una autonomía de 300 kilómetros, que es lo que necesitan para transitar diariamente.
Un tercer colectivo comenzará a circular por las calles de Buenos Aires en los próximos días “#8220;de la línea 44-, y dos meses después, viajará a las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy para fomentar también allí la utilización del GNC en el transporte urbano de pasajeros.
En la Argentina, la mayor experiencia en la conversión de motores impulsados a gasoil para utilizar GNC ha sido orientada hacia los vehículos Mercedes Benz, en sus diferentes versiones, dado que son las más utilizados por el transporte público de pasajeros.
Si bien la conversión resulta mucho más económica que la compra de una unidad nueva, esta alternativa cuesta entre 15 mil y 25 mil pesos para realizar el trabajo, y su amortización podría concretarse luego de pasado un año, a partir del ahorro por el costo del GNC en relación al gasoil.
Actualmente, el gasoil tiene un costo de alrededor de 1,40 pesos, aunque lo reciben subsidiado, mientras que el GNC se ubica cerca de los 40 centavos.
El Gobierno, que actualmente gasta un promedio de 1.200 pesos mensuales de subsidio, por colectivo, ante la imposibilidad de una suba en las tarifas intenta apurar la aprobación en el Congreso de un proyecto de ley para la conversión de la red de transporte público. El proyecto sería tratado el miércoles 16 en la Comisión de Transporte, y en caso de avanzar sería llevado al recinto en poco tiempo más. Sin embargo, la iniciativa deberá sortear la presión de las petroleras, que se verían perjudicadas con esta medida.
Otro argumento oficial en favor de esta iniciativa radica en la menor cantidad de emisiones tóxicas y ruido que generan los automotores propulsados a GNC con respecto a los que utilizan gasoil, lo que redundará en favor de la salud de los habitantes de la ciudad y el conurbano bonaerense.
En oposición a todas las razones que aportan quienes impulsan este proyecto, se encuentran las empresas refinadoras de petróleo, que calculan una caída del 25 por ciento en las ventas de sus productos y derivados, que de esta manera se volcarían al consumo de GNC.
Sin embargo, quienes están en favor de la conversión de los motores Diesel a GNC se apoyan en que la Argentina tiene una abundante disponibilidad de gas, calculada en 16 años de reservas comprobadas contra 8 años de reservas de combustibles líquidos.
AUNO 8-7-03 AGB mar