Ante la presión de entidades ambientalistas, detuvieron el desmonte en la selva de las Yungas

Luego que diversas organizaciones ambientalistas reclamaran el inmediato cese del desmonte en la zona de selvas de las Yungas, en la provincia de Jujuy, el gobierno local resolvió detenerlo provisoriamente

(AUNO*) La selva de las Yungas, que comparten las provincias de Salta y Jujuy, es un ambiente que cuenta con una diversidad biológica similar a la de Misiones, y en ella conviven 583 especies de aves diferentes. Como en los últimos años se inició en la región un proyecto intensivo de desmonte por parte de empresas privadas, diversas entidades ambientalistas denunciaron que en cinco años podría desaparecer.
Una de esas organizaciones, Greenpeace, lanzó en defensa de esta selva una campaña que incluyó protestas y miles de mensajes de la población, lo que llevó en los últimos días a que el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, resolviera detener provisionalmente un proyecto de desmonte encarado por la empresa Ledesma sobre 1400 hectáreas y convocara a una “mesa de concertación para intentar encontrar una solución”.
“De ningún modo esa mesa de concertación exime de responsabilidades al gobierno jujeño o a la empresa Ledesma. Aspiramos a un diálogo genuino y transparente y no nos prestaremos a ninguna clase de manipulación”, advirtió Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de biodiversidad de Greenpeace Argentina. De todas maneras, resaltó que la organización concurrirá a la convocatoria del gobierno provincial prevista para los próximos días.
Sobre el mismo punto, la entidad destacó que la iniciativa del gobierno de Fellner, luego de las diversas campañas, “no es una victoria sino apenas un avance”.
La historia de desencuentros sobre la situación originada en esa zona de Selvas que nace en Venezuela y llega hasta Catamarca, y está “al borde de la extinción”, se inició a principios de año, cuando se iniciaron negociaciones con Ledesma, aunque en mayo todo estuvo a punto de naufragar, cuando Fellner estuvo a punto de autorizar un desmonte “equivalente a más de 2520 canchas de fútbol”.
Para Greenpeace, y otras organizaciones no gubernamentales y entidades gremiales jujeñas que iniciaron una campaña contra este proyecto, la iniciativa de Ledesma constituye “un crimen ambiental”. Sobre este punto, según el calculo de los ambientalistas, Greenpeace advirtió que “en 2008 los desmontes extinguirán la Selva Pedemontana de las Yungas, en Salta y Jujuy”.
Según su denuncia, “la acción de “pelar” la selva (arrasar, quemar y sobre la tierra desnuda colocar un extenso monocultivo, generalmente de caña soja o poroto) está dándole una estocada mortal a las Yungas”. La riqueza de esta zona radica en que “en tan solo el 2 por ciento del territorio nacional las Yungas contienen el 50 por ciento de toda la diversidad biológica del país”.
Durante el mes de marzo pasado, más de 500 expertos nacionales e internacionales que se reunieron en el Primer Congreso Nacional de Áreas Protegidas solicitaron “en forma urgente” a los gobernadores de Salta y Jujuy, y a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación detener “por un período de dos años toda actividad de transformación (desmonte) a tierra agrícola de la Selva Pedemontana de las Yungas, debido al carácter irreversible del impacto que provoca esta transformación, que a la tasa actual indica una alta probabilidad de extinción de este ambiente”.
AUNO 1-7- 2003 mar

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