Buscan alternativas para abaratar la canasta básica de los celíacos

Las harinas, premezclas y sus derivados tienen un valor tres veces mayor que los productos comunes. Ante esta problemática, surgieron distintas propuestas para reducir el precio de los alimentos libres de gluten.

Gabriela Naso

Lomas de Zamora, octubre 10 (AUNO).- La diputada nacional María Elena Chieno (FpV-Corrientes) presentó un proyecto de ley para reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en harinas utilizadas para la producción de alimentos aptos para celíacos, ya que estos “son los más caros del mercado” y elevan el precio de la canasta básica.

Asimismo, en busca de una vía alternativa para bajar el costo de los panificados libres de gluten, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) propulsó la creación de panaderías exclusivas para celíacos, cuyo primer eslabón, a modo de prueba piloto, es “Sabores de hogar”, un local especializado que funciona en la ciudad de Pergamino.

La celiaquía es una intolerancia permanente al gluten, proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC), que se da en personas con predisposición genética. La ingestión de gluten en una persona celíaca, afecta la mucosa del intestino y disminuye la capacidad de absorber nutrientes.

La causa exacta de esta enfermedad intestinal crónica aún se desconoce y aún no existe una terapia farmacológica para tratarla. Una vez diagnosticada se debe llevar una dieta estricta de alimentos libres de gluten de por vida.

Chieno sostuvo que “los alimentos con el rótulo ‘sin TACC’, en su gran mayoría y por los requisitos que se le establecen a las empresas para adquirir la certificación, son de primera marca, por lo que sus precio son siempre los más caros del mercado”.

La diputada kirchnerista propuso que la ley del IVA “aplique una tasa del 10,5 por ciento a la harina de maíz y arroz, fécula de papa y mandioca, también conocida como ‘premezcla’, y a sus derivados, exactamente como se le aplica a los productos con harina de trigo, con el objeto de que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley”.

En la misma sintonía, la presidenta de la Asociación Celíaca Argentina (ACA), Silvia Vera Tapia, ratificó que “las harinas y premezclas aptas para celíacos tiene un valor entre dos o tres veces más caro que el de la harina común” y aseguró que la única manera de bajar los precios es a través de la intervención del Estado.

“No encontramos el camino para que los precios bajen. Las empresas dicen que los productos salen a un determinado precio y que el aumento se da en la cadena de distribución. Necesitamos que el Estado se ocupe de este tema, que se cumpla la ley nacional (26.588) y que se regule la ley provincial (10.499). Es el Estado el que lo tiene que hacer, no una ONG, porque ellos tienen las herramientas y el aporte económico necesario”, sostuvo Tapia.

La ACA es una entidad civil sin fines de lucro que surgió en 1978 a partir de la inquietud del doctor Eduardo Cueto Rua, que fundó el “Club de Madres de Niños Celíacos” en el Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de La Plata, con el objetivo de orientar, brindar apoyo y contención a quienes necesitan asesoramiento sobre esta problemática.

Vera Tapia afirmó que “para la clase media los precios se hacen imposibles, porque la canasta familiar aumenta de forma total. Muchas veces, debido a la falta de tiempo, el celíaco necesita comprar el producto terminado y realmente se le hace imposible”.

Por otra parte, el director del Centro INTI-Cereales y Oleaginosas, Nicolás Apro, indicó que el precio de los productos sin TACC podría amortizarse a través de la creación de panaderías exclusivas para celíacos.

“Las premezclas para celíacos son más caras que la harina común en todas partes del mundo, no sólo en nuestro país. Lo que pasa es que en una panadería esto se amortigua, se uniforma bastante el precio del producto. Por eso también fue que surgió la idea de armar una panadería con productos sin TACC”, aseguró Apro.

La idea de crear establecimientos que sólo elaboren productos sin TACC y desarrollar un sistema de comercio y distribución se dio en el marco del programa “Vida Sin TACC” del INTI. Así nació la primera panadería exclusiva para celíacos, “Sabores de hogar”, ubicada en Pergamino.

El directivo del INTI aseguró que “Sabores de Hogar” surgió como un “modelo piloto”, el cual se pretende “extrapolar a varias panaderías para celíacos” en distintos puntos país, aunque no se sabe cuántos establecimientos podrían llegar a integrar esta red.

“El año pasado se nos ocurrió que en una ciudad con 50 mil habitantes o más, así como están las otras panaderías, puede o debería haber una panadería con productos exclusivamente para celíacos, que también pueden ser consumidos por toda la comunidad”, explicó.

“Sabores de hogar” está a cargo de María Laura Navarro, que se interiorizó en el tema cuando a su hija le diagnosticaron celiaquía.

Al no encontrar mucha variedad de productos aptos para celíacos, Navarro pidió un permiso bromatológico para elaborarlos de forma casera y, en busca de asesoramiento técnico y más herramientas, se contactó con el INTI, que le brindó asistencia técnica en cuanto a diseño, búsqueda de las maquinarias, instalación, puesta en marcha, capacitación y formulación y aprobación de los productos.

El director del Centro INTI-Cereales y Oleaginosas destacó la importancia de estos comercios dado que “hay 50 mil personas celíacas y otras 450 mil que aún no saben que poseen dicha condición, con lo que representaría una mejora en su calidad de vida”.

Apro indicó que “una panadería que venda y elabore productos exclusivamente para celiacos tiene que ser exclusivamente para celíacos, ya que no puede haber ningún cruce con nada que tenga TACC”.

Un alimento que no contiene gluten puede contaminarse (contaminación cruzada) por estar en contacto con otros alimentos que contengan gluten o bien por utilizar para manipularlos los mismos utensilios para unos y otros sin higienizarlos correctamente previo al contacto.

El directivo del INTI remarcó que “Sabores de hogar” tiene sus productos aprobados por bromatología y vaticinó que el comercio podría empezar a funcionar antes de fin de mes.

En ella se podrán comprar panes, bizcochos dulces y salados, facturas, piononos, bizcochuelos, marineras, panes saborizados, panes integrales, galletitas saborizadas y prepizzas. Además contará con una línea de pastelería (tortas, alfajores o masas secas y finas) e incluirá pastas frescas (fideos, ravioles, sorrentinos), empanadas y pizzas, como menú listo para llevar.

AUNO 10-10-13
GN-MFV

Dejar una respuesta