Ni la Municipalidad ni Covelia ceden en el conflicto por la basura

No se recogen residuos ni se barren las calles desde el lunes porque la comuna “no paga los sueldos”. Los trabajadores decretaron un paro con final indefinido y acampan frente a la sede municipal. Sumida en su propio hedor están las calles del distrito ante un conflicto irresuelto entre la concesionaria del servicio que se niega a prestarlo hasta que se normalice su situación y un estado municipal que no parece dispuesto a dialogar.

Desde el 28 de enero último están suspendidos los servicios de recolección de residuos domiciliarios y barrido de calles en Esteban Echeverría porque ni la empresa Covelia S.A. ni los 130 ex trabajadores de TUQSA —anterior licitadora— reincorporados quieren poner a rodar la flamante flota de casi una quincena de camiones hasta que la Municipalidad salde las deudas con ambos. Desde entonces, los recolectores mantienen una protesta continua frente a la Municipalidad. En tanto, el jefe comunal, Fernando Gray, arguye que las arcas están sin fondos.

Por esta razón, los empleados afectados al servicio decidieron hacerse oír frente a la puerta del palacio municipal: llegaron el jueves a la mañana, estacionaron los camiones en cada vértice de salida a la plaza Bartolomé Mitre, armaron una improvisada tienda de campaña, echaron a arder neumáticos viejos justo a entrada del edificio de Santamarina al 400 y se declararon en situación de “paro indefinido” hasta tanto la dirigencia echeverriana resuelva el problema y llame a licitación para reanudar el servicio.

Los manifestantes afirman que lo que más les importa, aparte de percibir sus haberes adeudados de diciembre y enero —sólo recibieron el medio aguinaldo del segundo semestre del año—, es conservar su fuente de trabajo y la afiliación al Sindicato de Choferes de Camiones “sea con Covelia o cualquier otra empresa”, según explicó en diálogo con AUNO el secretario de Juventud del gremio y delegado de los trabajadores de Covelia, Alejandro Aracuyú.

El conflicto comenzó casi cuando asumió Fernando Gray, en diciembre de 2007, que decidió no renovar el contrato que el saliente mandatario, Alberto Groppi, celebró con Covelia, la misma empresa que realiza las recorridas de recolección y barrido de calles en Lomas de Zamora.

Gray, quien desde que asumió avienta a viva voz que el municipio transita una “situación caótica” a nivel económico (ver Gray insistió que el municipio está en emergencia ), esgrime que faltan recursos para afrontar los gastos de esos servicios urbanos, por lo que propone municipalizarlos.

Esta medida “no le conviene al trabajador, porque le implica afiliarse al gremio de los municipales de ATE y perder, por lo menos, la mitad de su sueldo” por la diferencia salarial que rige para los contratos colectivos de esa asociación de trabajadores, argumentó Aracuyú.

“Nos vamos a quedar aquí hasta que el intendente se decida a hablar con nosotros porque hasta ahora no se acercó nadie a proponernos dialogar”, explicó el delegado del sindicato liderado por Hugo Moyano, Fabián Arévalo. En la plaza, las cosas están calmas, la Policía se apostó en la esquina de Santamarina y Alem doble pero no ha intervenido hasta el momento. En tanto, los recolectores pasan el tiempo piropeando a las chicas e hidratándose con gaseosas para sofocar el calor que pega fuerte, incluso bajos los árboles. (ver El acampe de los recolectores )

Así, las esquinas de la ciudad exponen el legado de la puja comunal-empresaria a través de los cestos atestados de bolsas, y algunos ingeniosos recursos que los vecinos implementan para contrarestar el mal rato, como por ejemplo una familia de 9 de julio al 900 que optó por separar los residuos, enterrar en su propio jardín los que son orgánicos y sacar a la calle los plásticos, nylon y vidrios. Tal vez lo hagan porque son conscientes de que están ayudando al barrio o porque no quieren ver afeado su canasto blanco con forma de chino de sombrero y melena negros.

GRD-AFD
AUNO-02-02-08
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