Parece una costumbre que el centro de Lomas de Zamora se inunde cada vez que se producen lluvias copiosas. Los expertos advierten que esto se da por distintas cuestiones como la falta de control en la expansión edilicia, la reducción de los espacios verdes y hasta por cuestiones geográficas.
La agrupación de vecinos “Fuenteovejuna” cuestionó que muchas constructoras “no cumplen” con las normativas que limitan el porcentaje de terreno que puede estar ocupado por construcciones y que en el centro se están “eliminado los pulmones verdes” necesarios para la absorción de las lluvias.
“La gran mayoría de las constructoras usan los pulmones verdes de las cuadras para hacer playas de estacionamiento y eso está mal porque no se respeta el principal propósito que tienen esos pulmones al estar tapados por cemento, sostuvo Gustavo Di Leo, miembro de la agrupación.
Di Leo apuntó que, además de los pulmones de cuadra, también se están perdiendo otras zonas verdes y absorbentes como las calles empedradas, los jardines de las casas y las franjas de pasto que “los restaurantes tapan con cemento para poner mesas”.
Para el arquitecto Luis Carmelo Letizia, miembro de la Junta de Estudios Históricos del Partido de Lomas de Zamora, las inundaciones en la zona datan de la fundación de la ciudad y se debe a “una cuestión geográfica”.
Letizia describió que por las zonas céntricas de Lomas de Zamora, Banfield y Temperley atraviesa subterráneamente el arroyo Galíndez, que tiene casi el mismo recorrido que las vías del tren y siempre tuvo tendencia a desbordar durante las tormentas caudalosas.
“Durante los años treinta se realizó el entubamiento del Galíndez, pero la obra jamás tuvo el resultado esperado porque no se tomó en cuenta el factor de desborde y no se realizaron las obras para conectarla correctamente con su afluentes y desembocaduras”, sostuvo Letizia.
Desde la Municipalidad de Lomas de Zamora afirmaron que se realizaron todas las “tareas de limpieza preventivas” en desagües pluviales para evitar que se tapen y se facilite el desagote durante las tormentas.
El director de Proyectos Hídricos del municipio, Pedro Procopio, en dialogo con AUNO, enfatizó que la problemática no es solo una cuestión que atañe a este municipio, sino que atraviesa varios partidos y que no se puede alcanzar una “solución efectiva” sin la “ayuda del gobierno bonaerense”.
“Encabezamos varios reclamos a la gobernación y logramos, después de varios años de planeamiento, que se realizara con éxito la desobstrucción del arroyo Galíndez, que se había sedimentado su canalizado por los años de falta de mantenimiento”, puntualizó Procopio.
En 2017, el gobierno provincial realizó varias obras a lo largo del entubamiento del Galíndez; el proyecto se ejecutó junto a las autoridades municipales de Lomas de Zamora y Lanús.
El director minimizó las críticas recibidas a la administración municipal por el constante crecimiento edilicio en la zona céntrica y lo desligó de la problemática de las inundaciones, al asegurar que “todas las obras cumplen con los protocolos y controles municipales”.
“Las inundaciones no van a tener una solución definitiva porque la mayor variable en todo esto es el caudal de agua esperado durante una lluvia, y con el cambio climático que atraviesa nuestra era, es muy difícil poder planificar a futuro las obras”, alertó Procopio.
Por último, el municipio anunció que van a lanzar el año que viene un programa de “prevención de riegos hídricos” para concientizar a los vecinos de los peligros que suceden durante una inundación.
AUNO intentó comunicarse con las autoridades bonaerenses que incumben a obras hídricas y con los representantes de AySA, en Lomas de Zamora, pero no tuvo respuesta en ninguno de los dos casos
AUNO 17-08-2019
SO-AFG
