El director del Hospital, José Coll Martinoia, explicó que el Meléndez “no es una estructura pensada como hospital, sino que fue creciendo de a poco, de acuerdo a las necesidades y hoy no llega a abastecer a toda la población”.
Martinoia agregó que “a veces la guardia se satura y la cantidad de camas no alcanza, por lo que se utilizan camillas para internar a los pacientes en los pasillos de la guardia” aunque aclaró que el hospital creció en el área de neonatología y cirugías menores.
Por otro lado, el jefe de emergencias, José Fournaro, aseguró que en “la guardia médica hay entre 19 y 20 pacientes en forma permanente, con camillas adaptadas como camas hasta que se consiga una libre, incluso donde se encuentran los casos más graves”.
“La demanda es tan grande que nos supera y en ocasiones racionamos los insumos de manera que alcancen las drogas” afirmó Fournaro.
Otro problema con el que deben lidiar la mayor parte de los hospitales del conurbano es la inseguridad.
En el 2003 un delincuente se autoagredió y en complicidad con otro, mataron a un policía de la guardia e hirieron a un médico y a varios internos en un intento de escape, aunque finalmente ambos fueron detenidos.
“Fue el caso más grave que me tocó vivir”, aseveró Fournaro quien agregó que en el Hospital Meléndez “la inseguridad se vive a diario”.
El jefe de emergencias atribuye la inseguridad a factores como la pobreza, la desocupación y a las adicciones, como el paco, entre otras.
DB CGL
AUNO 14.10.08
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