(AUNO-Tercer Sector*) La idea de crear un mercado donde pequeños productores, artesanos, cooperativas y trabajadores desocupados de todo el país puedan vender sus productos hubiera parecido hace unos años impensada. Hoy, sectores piqueteros y asambleístas barriales se unieron en un proyecto que promueve un nuevo modelo de economía social y que comenzará a funcionar en el verano en el barrio de Palermo.
Se trata del Mercado Central Piquetero que comercializará todo tipo de mercadería con la idea de que, por ejemplo, pequeños productores de miel, pan o artículos de limpieza confluyan en un mismo espacio tal como sucede en las grandes cadenas de supermercados con quienes fabrican cerámicas y aberturas de madera.
El lugar donde se instalará será el ex Centro de Abastecimiento Municipal porteño ubicado en las calles Gurruchaga y Nicaragua del barrio de Palermo. El predio fue tomado en julio por miembros de la asamblea de la Plaza de Palermo Viejo y de inmediato comenzaron a desarrollar actividades culturales y sociales sin que todavía el Gobierno de la Ciudad oficializara la cesión en comodato. Los contactos con miembros del Movimiento Teresa Rodríguez dieron origen a esta iniciativa orientada a desarrollar un modelo de autogestión donde sectores de desocupados, pequeños productores, cooperativas y trabajadores de empresas recuperadas puedan colocar su producción en el mercado interno.
A pesar de que el propósito obedece a fines económicos, en el MTR aseguran que la intención apunta a la creación de un ámbito de desarrollo que genere puestos de trabajo a los sectores que quedaron fuera del mercado laboral durante los últimos diez años. Esto se lograría en forma paralela a la capacitación de los trabajadores, debido que también se prevé la instalación de talleres, junto con áreas de recreación y actividades culturales.
La obra fue diseñada por profesionales de la construcción que participan de la asamblea barrial: aprovecharon las divisiones internas, acondicionaron otras nuevas e instalaron sistemas de ventilación. Inclusive, recibieron la colaboración del artista plástico Jorge Mingo que está a punto de concluir un mural de 50 metros lineales sobre el frente.
“Para evitar que el barrio se convierta en una romería, el diseño que se tiene en vista no va a alterar ni perjudicar a los vecinos explica María Cristina Mazzino, asambleísta y arquitecta. Para ello decidimos evitar el almacenamiento de mercancía dentro del lugar, y con ello prevenir la circulación continua de camiones durante el día”.
Según el proyecto, lo que se busca es abastecer a la población con “productos de buena calidad, evitando a grandes fabricantes o cadenas de comercialización”.
Además, sus promotores señalan que para favorecer la competencia, la mercancía sería competitiva en precios porque “su proceso de producción no incluye la necesidad de pagar plusvalía alguna”, ya que su costo es “estrictamente el de los insumos y el de la fuerza de trabajo involucrada”, sin intermediarios.
Por otra parte, Mazzino comentó que los 600 metros cuadrados del edificio se dividirán en tres sectores: uno de construcción, para elementos de Cerámicas Zanon Neuquén y una fábrica de General Mosconi Salta; otra de indumentaria, pañaleras y empresas textiles como Brukman y cooperativas de Rosario; y el tercero, de alimentos y productos de limpieza producidos por miembros del MTR. También se incluirán artesanías de comunidades aborígenes de todo el país.
Los autores del proyecto no descartan la idea de abrir sucursales en distintos partidos del conurbano bonaerense. El hecho de que se haya dado prioridad a un local en Capital, explican, obedece a que allí, la formación de las asambleas barriales promovió “lazos solidarios que brotan de manera inusitada” con propuestas de organización vecinal genuinas, hecho que puede lograrse también en los municipios de la provincia.
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Cómo comunicarse: Asamblea Palermo Viejo: mcmazzino@hotmail.com
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* Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector