Madres de Plaza de Mayo: «Recuperamos el emblema del horror»

Almeida declaró a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión que “estamos viviendo momentos que nunca creímos que llegarían, esto de recuperar ese centro del horror que es el emblema de todo lo que allí ocurrió nos sobrepasa, es algo que no imaginábamos”, y agregó que “el 24 de marzo, el día que el gobierno nos entregue ese lugar, vamos a estar ahí y vamos a sentir que le estamos diciendo a los milicos, acá están los treinta mil desaparecidos, los que ustedes creían que los habían hecho desaparecer de la forma más horrenda”.
La vicepresidenta de las Madres invitó a todos los que las acompañaron siempre y explicó que ella estaría acompañada por su hija, sus nietos y sus seres queridos y agregó que “vamos a estar ahí codo a codo, esto lo vivimos como un logro que venimos pidiendo hace años, es la primera vez en veinte años que un gobierno democrático nos ha abierto las puertas y le agradecemos al presidente Kirchner este espacio político que nos da y el respeto que siente por nosotras que en realidad somos las intermediarias de la memoria de nuestros hijos”.
Más allá del agradecimiento al Presidente, Taty aclaró que “seguimos exigiendo memoria y verdad. Godoy hizo su mea culpa, pero hay muchas asignaturas pendientes, sabemos que la Marina y el Ejército tiene toda la información sobre nuestros hijos, para la sociedad todo suma. Es importante el arrepentimiento público pero no queremos que la gente se confunda, valoramos todo lo hecho hasta ahora por el gobierno pero sabemos que quedan muchas cosas por hacer”.
El próximo miércoles, día de la entrega, los organismos de Derechos Humanos colocarán en la reja del edificio las fotos de los desaparecidos y las banderas de las Madres, y a las 14 cantarán Juan Manuel Serrat, Víctor Heredia y León Gieco mientras que Soledad Silveyra recitará un poema escrito por Ana María Ponce, quién murió en cautiverio en la ESMA.
La vicepresidenta de las Madres cuenta con entusiasmo todos los preparativos, hasta que llega el momento de hablar de lo que sentirá ese día al entrar en la Escuela de la Armada, la voz se le quiebra cuando dice “ tantas veces hemos estado afuera gritando “#732;asesinos”#8482;, que entrar ahí nos parece un sueño”, y casi llorando continuó “nunca volví a entrar a ese lugar y lo que voy a sentir en ese momento no lo puedo decir, pero sé que son emociones y llantos diferentes, llantos de memoria, de recuerdos y de alegría, de agradecimiento y más que nunca lo que voy a hacer es recordar a nuestro hijos”.