(AUNO) La investigación, encarada por científicos de la Universidad Nacional de la Plata, se basó en la aplicación del kefir, una sustancia capaz de prevenir las diarreas provocadas por contaminación de alimentos.
En el marco del Programa de Apoyo al Desarrollo Científico Tecnológico DuPont-CONICET, el proyecto recibió un subsidio de 25 mil dólares .
La responsable del proyecto, Graciela de Antoni, del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA) y de la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, explicó que el kefir “es un alimento funcional probiótico, con gránulos que constituyen el fermento para elaborar leche fermentada”.
“Este alimento posee propiedades beneficiosas para el intestino y fue utilizado en forma empírica a principios del siglo XX para el tratamiento de diversas enfermedades destacó. A partir de las propiedades beneficiosas del kefir y estudios de laboratorio, el equipo de investigadores está desarrollando un nuevo producto que presenta sus propiedades, con calidad constante.”
El producto “será utilizado como suplemento de la dieta en la prevención de diarreas bacterianas asociadas a la Salmonella y la Escherichia coli” que, en caso de afectar a menores de edad, pueden ser mortales.
“Este trabajo plantea un desafío tecnológico dado que es necesario mantener o asegurar que estas cepas mantengan ciertas propiedades durante un periodo prolongado en un producto industrial. Por tal motivo, es necesario optimizar las variables de crecimiento de cada una por separado y en conjunto y optimizar las condiciones de deshidratación para poder industrializar en un futuro un producto probiótico de calidad constante y larga vida útil”, indicó la jefa del equipo de investigación.
Además de esta iniciativa, en el marco del concurso, recibieron menciones otros dos programas, que apuntaron a la “Obtención de lácteos funcionales con alto nivel de ácido linoleico para su comercialización en el mercado, conjugado (CLA) y ácidos omega 3, cuyo consumo podría contribuir en la prevención de enfermedades degenerativas (cáncer, aterosclerosis) y mejorar hasta en un 30 por ciento el precio de los lácteos destinados a exportación”.
El otro proyecto apunta a la producción de una “leche a-BIO”, un “Producto lácteo probiótico en polvo enriquecido naturalmente en compuestos nutracéuticos”, que “consiste en una leche en polvo con el agregado de bacterias probióticas que resulta resistente y sensorialmente estable a las condiciones de almacenamiento no refrigerado, optimizando de este modo las condiciones de comercialización tanto para el mercado interno como para su exportación”.
Al entregar los premios, el titular del organismo, Eduardo Charreau, destacó que “desde hace tres años, en el marco de una política de fortalecimiento de la articulación entre el CONICET y el sector empresario, hemos buscado que se multipliquen las posibilidades de promover, en cada convocatoria, aquellos proyectos cuya implementación en el corto plazo, se traduzcan en una clara contribución de la ciencia y la tecnología a la solución de problemas concretos que enfrenta el país y su gente”.
Veintiocho proyectos fueron presentados al concurso, y de ellos, cuatro quedaron para la selección final entre los de mayor nivel, elaborados por grupos de investigación que desarrollan sus actividades en muy diversas zonas del país.
Charreau destacó que “ningún país alcanza altas tasas de crecimiento si no invierte en temas vinculados con tecnología, investigación y desarrollo” y destacó que “es obvio entonces, que la inversión es un factor clave para el desarrollo que se desee alcanzar”.
“Si existieran estímulos adecuados para que la empresa privada destinara recursos a la ciencia, investigación y tecnología, los avances serían mucho más rápidos y los resultados más eficientes”, enfatizó.
AUNO 26-09-05
