(AUNO*) El mes próximo finalmente se sabrá si las primeras terneras clonadas transgénicas de la Argentina pueden producir somatotropina, la hormona del crecimiento humano (hGH), en su leche, según anunciaron los responsables del laboratorio Bio Sidus.
El proyecto que ubica a la Argentina entre los seis países del mundo capaces de lograr vacunos clonados y transgénicos, ha sufrido “más de un traspié” que provocó un retraso de dos meses respecto de los planes originales, según indicaron fuentes de la empresa a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO).
Las tres vacas, nacidas en octubre del año pasado, son portadoras del gen de la hormona del crecimiento humano, y serían capaces de producirla en su leche. Por lo que fueron inducidas hormonalmente para poder dar leche sin procrear para comprobar el éxito de esta modificación en sus genomas.
La somatotropina u hormona del crecimiento humano, que naturalmente se produce en la hipófisis humana, podría llegar a producirse de forma industrial a través de la leche vacuna. Respecto de la capacidad de producción de hormona de crecimiento de un animal transgénico, los directivos de Bio Sidus resaltan que según sus cálculos, la producción de apenas un animal transgénico podría satisfacer la demanda total de hGH en nuestro país.
Se las induce, porque las vacas sólo producen leche de manera natural cuando se reproducen. Por tratarse de animales tan jóvenes, sólo producirán entre 100 y 200 mililitros de leche.
En estos momentos los expertos de Bio Sidus están en la etapa de análisis de las muestras para comprobar si producen la proteína y, de hacerlo, si ésta tiene la calidad y las mismas propiedades que la proteína humana, esperarán que las vacas maduren (de 18 a 24 meses) para preñarlas a través inseminación in vitro, y esperar que “produzcan leche explotable”.
La somatotropina u hormona del crecimiento humano (hGH, human Growth Hormone) se produce en la hipófisis humana, estimula la síntesis de proteínas y como consecuencia favorece el desarrollo de los músculos y huesos. Por eso acelera el crecimiento de tejidos y órganos, en especial huesos, corazón e hígado.
El enanismo es un transtorno del crecimiento originado por una cantidad insuficiente de hormona del crecimiento. Sus consecuencias generalmente se evidencian desde los primeros años: los niños permanecen pequeños y, aunque luego se desarrollan lentamente, conservan su aspecto infantil.
Por muchos años el tratamiento del enanismo hipofisiario fue dificultoso ya que la única fuente de obtención de hormona de crecimiento era las glándulas hipófisis extraídas de cadáveres, debido a que es imposible obtenerla por síntesis química.
Si bien a mediados de los años 80´, la exitosa producción de hGH a partir de organismo genéticamente modificados, como bacterias, células o levaduras, permitió una amplia disponibilidad de esta proteína, el tratamiento de esta patología se hizo muy costoso.
AUNO 26-8-03 mar CB