(AUNO) En este Plan Nacional para la Conservación del Venado de las Pampas trabajan también la Fundación Vida Silvestre, el INTA de San Luis, la Universidad Nacional del Litoral, la estación experimental ‘La Esmeralda’, en Santa Fe, y los jardines zoológicos de La Plata y Florencio Varela.
De manera integral, el Programa busca, por un lado, detener la caza furtiva del venado y el deterioro de su hábitat natural y, por el otro, reintroducir ejemplares para “aumentar la variedad del material genético y reducir el riesgo de endogamia entre los especimenes de esta especie seriamente amenazada por el peligro de extinción”, explicó a AUNO Adrián Sestelo, uno de los expertos que trabaja en el Proyecto ARCA.
La ausencia total de planteles de ejemplares procedentes de poblaciones argentinas, salvo una única experiencia importante de cría de la especie en la estación zoológica experimental ‘La Esmeralda’, en la provincia de Santa Fe; llevó a la necesidad organizar el programa, coordinado a nivel nacional para la obtención de nuevos especímenes.
De esta manera, el Proyecto ARCA se constituyó en el banco genético del Plan. “En estos dos años, no sólo recibimos muestras de casi todos los venados en cautiverio, sino también material de especimenes en estado salvaje; sobre todo los confiscados a los cazadores”, detalló Sestelo.
Las poblaciones de venados han sido reducidas drásticamente por la caza furtiva, el avance del hombre sobre los hábitats naturales, y la presencia de perros y cerdos cimarrones, entre otras causas, lo que también produjo que quedaran diseminados en áreas muy restringidas, lo que aumenta el riesgo de endogamia. Esto implica que los venados estén genéticamente emparentados, lo que empobrece el pool genético y aumenta el riesgo de incidencia de enfermedades hereditarias o que presenten menor capacidad de adaptación a cambios drásticos en el medio ambiente.
Al mismo tiempo, en la estación ‘La Esmeralda’, y los zoológicos de La Plata y de Florencio Varela se trabaja en la reproducción y la cría de planteles de venados. Sestelo explicó que se estudia la posibilidad de reproducir embriones de venados de las pampas utilizando hembras de ciervo colorado como “madres sustitutas”.
Por otra parte, expertos de la Fundación Vida Silvestre Argentina, INTA de San Luis y la Universidad Nacional del Litoral trabajan con las tres poblaciones en estado salvaje conocidas: una ubicada en una angosta franja que ocupa la mitad sur de la Bahía Samborombón en la provincia de Buenos Aires, un área de aproximadamente trescientas mil hectáreas en el centro de San Luis, y una pequeña porción de pastizales de inundación ubicada entre el río Aguapey y los esteros del Iberá, en Corrientes. Además, personal de la fundación Hábitat y Desarrollo y la Subsecretaría de Medio Ambiente y Ecología de la provincia de Santa Fe intentan reintroducir la especie en el norte de esa provincia, donde se habría extinguido a finales de los ’80.
Sestelo indicó que, además, están trabajando con autoridades del gobierno de la República Popular China en relación a la recuperación del ciervo del Padre David; una especie autóctona de aquella región que se extinguió en su hábitat natural.
“El ciervo del Padre David se ha salvado de la completa extinción gracias a unos ejemplares de los zoológicos de Wobum, en Gran Bretaña, y Cincinatti, de Estados Unidos; aunque el problema es que los científicos chinos han venido trabajando con esas dos poblaciones que, al parecer, estarían genéticamente emparentadas, por lo que han salido a buscar mayor diversidad en zoológicos de todo el mundo ya que lo que ellos buscan es reintroducir de manera exitosa la especie”, señaló. Estos estudios determinaron que la población de ciervos del Padre David del zoológico de Buenos Aires no tendría relación genética con los de Wobum y Cincinatti; por lo que se está gestionando el intercambio de muestras entre los expertos de ambos países.
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