Miles de personas pasaron durante más de 26 horas por la capilla ardiente, en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la casa Rosada, para despedir los restos del ex presidente Néstor Kirchner.
El velatorio, cuya finalización estaba prevista para las 10, se prolongó hasta el mediodía por decisión de la presidenta Cristina Fernández, a raíz de la gran cantidad de gente que todavía estaba en la Plaza de Mayo, haciendo la cola para poder ingresar a la casa de Gobierno.
Finalizado el velatorio, una multitud comenzó a concentrarse a un costado del camino que recorrería el cortejo fúnebre, desde la Casa Rosada hasta el Aeroparque Metropolitano, con la intención de darle el último adiós al ex presidente.
Pese a la lluvia, la gente se agolpó a lo largo de las avenidas Leandro N. Alem, Córdoba, 9 de Julio, Libertador y Salguero, por donde circularía el cortejo fúnebre hacia la estación aérea, donde los restos serían embarcados hasta su destino final, la ciudad de Río Gallegos, en Santa Cruz.
El velatorio se inició el jueves a las 10, encabezado por Cristina Kirchner, quien estuvo acompañada por sus hijos, Máximo y Florencia, por la hermana del ex presidente, Alicia Kirchner, y por miembros de su gabinete, entre otros alegados.
Allí, la Presidenta recibió el afecto de la miles de personas que desfilaron frente al féretro, y en algunos casos se acercó a saludar a los concurrentes. También recibió allí el saludo de los presidentes Evo Morales, de Bolivia; Lula Da Silva, de Brasil;, Sebastián Piñera, de Chile; Hugo Chávez, de Venezuela; Rafael Correa, de Ecuador; Pepe Mujica, de Uruguay; Fernando Lugo, de Paraguay, y Juan Manuel Santos, de Colombia.
Militantes y ciudadanos comunes que concurrieron a despedir al ex mandatario hicieron una fija que llegó a tener veinte cuadras, algunos durante más de diez horas, para pasar su emocionada despedida.
El desfile de personas se prolongó durante toda la noche y a las 10 de la mañana, cuando Cristina Fernández llegó con sus hijos, se suponía que el velorio iba a finalizar, pero la Presidenta decidió que se prolongara por dos horas más, hasta que pudiera ingresar la última de las personas que había hecho la cola hasta esa hora.
Fue entonces cuando la Presidenta recibió el saludo del ex presidente de España, Felipe Gonzalez, quien se sumó a la despedida.
Afuera de la Casa de Gobierno, centenares de personas siguieron la ceremonia a través de una pantalla gingante y expresaron su apoyo a la Presidenta mediante cánticos y consignas.
AUNO 29-10-10 EV
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