Una fundación con más de 20 años une a 3000 mujeres de Lomas

La Fundación de Organización Comunitaria (FOC) existe desde 1989, pero su trabajo en la zona periférica de Lomas de Zamora comenzó en 1981 con una red de «Educadoras Sanitarias Comunales». Ahora posee siete jardines maternales y realiza actividades en seis escuelas medias de la zona, brindando formación en oficios y generando microemprendimientos entre otros proyectos para alrededor de 2 mil beneficiarios.

Por Lucas Livchits

(AUNO*).-La Fundación de Organización de la Comunidad (FOC) surgió con el trabajo comunitario de un grupo de mujeres en la última etapa de la dictadura militar cuyo objetivo es atender a la niñez y la juventud en situación de riesgo social, y a partir de ahí se consolidó en su actividad hasta el presente. La entidad hoy tiene más de 3000 mujeres colaboradoras

“No estaba constituida como organización, era más bien un movimiento”, señala César Perri, encargado de la comunicación de la fundación. “Era un momento en el que con la vuelta de la democracia comenzaba a haber mucha militancia, mucho compañerismo, y se trataban de rescatar valores que habían sido aplastados por la dictadura”, explica.

El trabajo del germen de lo que luego sería la FOC comenzó en los barrios periféricos y más pobres de Lomas. Allí, un grupo de mujeres comenzó a formar una red con el objetivo de brindar atención primaria en salud en la zona. Con el tiempo la red llegó a las 3.000 mujeres conectadas trabajando para la comunidad. La red de mujeres convocó al resto de las familias y a otras instituciones como las unidades sanitarias y las escuelas para formar un marco de trabajo alrededor del barrio.

Luego de ocho años de esfuerzo, en 1989, la Fundación de Organización Comunitaria se institucionalizó y ve la luz tal como es hoy. El primer proyecto fue la creación de una serie de jardines maternales, que hoy suman siete, en donde trabajan alrededor de cien madres cuidadoras y concurren mil chicos. A partir de los jardines crecieron nuevas ideas: comedores, apoyo escolar, juegotecas, huertas, una codornicera, actividades relacionadas con la mujer, emprendimientos productivos y cursos de formación profesional para adultos.

El proceso por el cual los proyectos de la FOC se convierten en realidad comienza con un diagnóstico participativo de la propia comunidad, que explica cuáles son sus problemas y cómo solucionarlos. Estos diagnósticos surgen en las asambleas de la red de mujeres y de otra que integran 500 jóvenes. Luego, la FOC los asesora en la búsqueda de una solución y los conecta con el Estado, empresas u otras fundaciones que puedan ayudarlos con recursos para concretar los proyectos.

“Vamos generando una metodología de trabajo que es generar desde el diagnóstico participativo de la propia sociedad toda una serie de procesos que tiene que culminar con la incidencia en políticas públicas”, destaca Perri.

En este momento se está implementando el “Proyecto Desafío”, que apunta a la capacitación y formación integral de jóvenes en situación de vulnerabilidad social. “Los chicos estaban en las esquinas, había un nivel de deserción muy alto en las escuelas, y la idea era volver a vincularlos a la escuela y que a través de eso puedan generar acciones de inclusión social, que estén contenidos y respaldados”, describe Perri.

El “Proyecto Desafío” consiste en una serie de cursos en los que cooperan la FOC, la Fundación Kellog y el Estado provincial cediendo el uso de los colegios y los instructores. Se trata de 30 cursos para más de 700 chicos. Allí los jóvenes que habían abandonado sus estudios medios buscan un oficio como maestros pizzeros, reparadores y operadores de PC, y carpinteros. César Perri cuenta que “así se da la posibilidad a los chicos de volver a la escuela, los cursos se dan en la misma escuela que ellos habían dejado y vuelven al aula para reencontrarse con los docentes y los compañeros”.

Una vez terminados los cursos se trata de gestionar microemprendimientos productivos “que les permitan más que la subsistencia y tengan cierta perspectiva”. La FOC no quiere que los jóvenes a los que intentan reinsertar en la sociedad queden librados a las fluctuaciones del mercado laboral. Por ejemplo, un emprendimiento de tejedoras logró, a través de una empresa, exportar su producción a los Estados Unidos.

Además, se está realizando el “Proyecto Desafío Cultural” con talleres de actuación, música, títeres, escritura, danzas y escenografía. Pronto comenzarán actividades sobre reafirmación de derechos ciudadanos y prevención de enfermedades de transmisión sexual. También están por comenzarse dos proyectos sobre “reafirmación de los derechos ciudadanos” y “prevención de enfermedades de transmisión sexual”.

AUNO 1.9.03 LL CGL

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