Un espacio para la alegría

Un equipo de profesionales de la salud, de las ciencias sociales y vecinos del barrio porteño de San Telmo comparten con familias que viven en condiciones de hacinamiento actividades donde se revaloriza el juego como fuente de aprendizajes, creación y alegría.

Por Elisabet Contrera

(AUNO-Tercer Sector*)El barrio porteño de San Telmo es el reflejo de dos realidades opuestas: por una lado, es el lugar donde desfilan miles de turistas que diariamente conviven con comerciantes y vecinos de clase media y, por otro lado, es una muestra de cómo la crisis económica impacta en el desarrollo de los más chicos. Niños y niñas que viven con sus familias en hoteles, que abandonan las aulas por las inevitables mudanzas y desalojos y que ven resignados sus momentos de juego y tiempos junto a padres y hermanos por otras urgencias. En ellos, fija su mirada un equipo de voluntarios que intenta que lo mejor de la infancia no sea destruído por la exclusión social.
Creactivar Redes Comunitarias surge en el 2002 como una manera de reunir las voluntades dispersas de un grupo de profesionales de la salud, de las ciencias sociales y de vecinos de San Telmo y Monserrat, que decidieron ayudar a las familias que viven en inquilinatos, hoteles y casas tomadas por medio de diferentes actividades, entre las cuales se encuentran una juegoteca, un taller de plástica, clases de apoyo escolar y merienda para chicos entre 2 y 12 años.
Eduardo Tissera, titular de Creactivar, comentó que el objetivo de este conjunto de iniciativas es “generar un espacio de participación activa de la comunidad; que los padres jueguen con sus hijos, que sepan que jugar, crear y estudiar son actividades importantes para el desarrollo de los pibes”.
En el interior de una casa prestada la juegoteca es un lugar de encuentro entre los adultos los coordinadores y los chicos por medio del juego y a la vez es la oportunidad para generar un vinculo con ellos y conocer sus problemas. “En cada encuentro tratamos de conocer sus problemas, tristezas, alegrías, nos acercamos a sus padres, charlamos con ellos, los orientamos, y en la medida de lo posible, los ayudamos,” señaló Tissera.
Al mismo tiempo, los integrantes de Creactivar abrieron dos talleres a los que concurren cerca de veinticinco chicos: uno de apoyo escolar y otro de plástica con el fin de potenciar las capacidades de los chicos y trabajar en las dificultades que presenten apelando a su creatividad e imaginación.
En el taller de plástica, bautizado por los chicos como “#732;El Minomafante”#8482;, se utilizan dos formas de trabajo: una dirigida al uso de diferentes técnicas y al aprendizaje del dibujo, y otra más libre, de expresión y exploración de materiales. También organizan exposiciones con las obras producidas por los chicos y visitan museos y muestras de arte.
Ahora, Creactivar está trabajando en dos proyectos nuevos: la biblioteca y la cinemateca. Esta última es una propuesta dirigida a adolescentes de 14 a 18 años, con la finalidad de que “los chicos
conozcan las técnicas utilizadas en el cine y construyan una lectura crítica de la imagen”, sostuvo el presidente de la institución.
En todas las actividades que lleva a cabo Creactivar, los chicos no se van sin tomar la merienda, un momento en el cual tienen asegurada al menos una parte de la alimentación diaria y donde entre todos comparten la tarea de preparar la leche y poner la mesa antes de volver con sus familias.

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Cómo Comunicarse:
Creactivar Redes Comunitarias. Correo electrónico: Creactivarredescomunitarias@yahoo.com.ar
www.creactivar.org.ar

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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector

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