Observadores en todos los continentes, excepto Oceanía, el eclipse de Luna.
El satélite natural se volverá de color anaranjado a medida que vaya ingresando en el cono de sombra proyectado por la Tierra, para luego volverse de color rojo en el momento de la totalidad del eclipse.
La tonalidad rojiza que adquirirá el satélite terrestre se debe a que la luz blanca del Sol es una mezcla de todos los colores del arcoiris; y cuando un rayo de luz “blanca” roza la atmósfera, las moléculas y los aerosoles que se encuentran en el aire dispersan la luz azul en todas direcciones (de hecho, por esto es que el cielo es azul).
La luz rojiza que resta es desviada (refractada), dando de este modo a la Luna el brillo cobrizo.
El fenómeno podrá verse a simple vista siempre que el cielo no esté cubierto por nubes. También podrán tomarse fotografías con película sensible y largos tiempos de exposición.
De acuerdo con las previsiones, el próximo eclipse total de Luna podrá verse recién en 2008.
AUNO 25-10-04