(AUNO-TERCER SECTOR*) Pasan la mayor parte del día en las calles de Buenos Aires. Sufren el frío y la soledad en dosis casi intolerables. Expuestos a todas las enfermedades infecciosas, vendedores ambulantes, cartoneros y personas ‘sin techo’, no recurren al hospital a menos que se trate de una emergencia. Por eso, el Colectivo-Salud, una experiencia inédita instalada desde abril en las calles de la ciudad, se acerca a las personas en situación de exclusión y les presta asistencia primaria desde una unidad sanitaria provista de vacunas, nebulizadores y equipamiento básico para la realización de estudios primarios, ejecutados por un equipo de profesionales.
En la primera etapa del proyecto llevado adelante por la revista Hecho en Buenos Aires y la organización Médicos del Mundo, el móvil de salud que se ubica en la calle Brasil, frente al Parque Lezama, atendió a casi 600 personas que por primera vez cuentan con una historia clínica. Según un informe de la publicación, la cifra fue alcanzada durante las 300 horas de atención del personal rotativo de MDM y los voluntarios de la revista encabezados por un operador social.
En diálogo con AUNO-TERCER SECTOR, la directora de Hecho en Buenos Aires, Patricia Merkin, comentó que “la experiencia (del colectivo) es sumamente valiosa porque instala el tema de la salud de la gente en situación de calle”.
El micro escolar convertido en sala ambulatoria tiene dos consultorios, una salita con un escritorio y un baño con una ducha. En tres meses de actividad, un médico, una enfermera y un operador social “hicieron derivaciones a hospitales, atendieron casos de emergencia habitacional y avanzaron en la documentación de personas que no tenían certificados de identidad”, explicó Merkin.
Si bien se mantiene el trabajo de asistencia primaria, atención odontológica y tareas preventivas, los cuadros que fueron atendidos en el móvil son tan variados como crudos, y dibujan un mapa de la realidad. “Algunos se acercan con úlceras en las piernas, que si no se las tratan se les puede agravar mucho. Chicos con defensas bajas, con HIV y problemas de alcohol”, relató la periodista.
Como tarea complementaria a la de la atención sanitaria, los voluntarios derivaron casos a instituciones dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Unas cien personas recibieron asesoramiento por su situación habitacional; en cuestiones jurídico legales, 34; y dos consiguieron vacantes en escuelas públicas.
El informe señala, además, que más de la mitad de los atendidos son hombres. Y la edad promedio en ambos géneros oscila en la franja de los 21 a los 60 años. Poco más de 50, fueron menores de 20 años, lo cual no quiere decir que hayan menos menores que adultos en situación de calle.
“Ellos requieren un tratamiento intenso que no pueden hacérselos en hospitales porque, en muchos casos, no los quieren atender porque están sucios…”, denunció Merkin.
Para más datos: 140 de las personas atendidas procedían de la Capital Federal, 122 de la provincia de Buenos Aires, 210 de otras provincias, 72 de países latinoamericanos y 12 de europeos.
Cabe destacar que la gran cantidad de las derivaciones fueron hechas por un escaso número de voluntarios del área social. Y que la difusión del micro la llevan a cabo los operadores de calle que venden las revistas en varios puntos de la ciudad.
Las próximas ‘paradas’ del colectivo serán los barrios de Congreso y Retiro. El trabajo será financiado hasta 2006 por la Xunta de Galicia y la embajada de Gran Bretaña, quienes se hicieron cargo del equipamiento y de los gastos de mantenimiento de la unidad y del personal.
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Cómo comunicarse:
Hecho en Buenos Aires: 4362-1551 ó info@hechoenbsas.org.ar
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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector
