El Servicio Cívico Voluntario (SCV), destinado a jóvenes que se encuentran excluidos del sistema de educación formal, tiene como objetivo promocionar la inserción social y laboral de los ex alumnos, mediante la instrucción en oficios como carpintería, electricidad y mecánica, entre otros. Para eso, los responsables del proyecto convocaron a estudiantes y docentes del nivel superior, quienes actuarán como tutores en el seguimiento personal de cada uno de los chicos.
El programa comenzó el año pasado en Mendoza y ahora también se aplica en La Rioja. Durante 2005 completaron el programa unos 900 chicos de los 1200 que se habían inscripto. Los jóvenes que participaron de la capacitación recibieron 100 pesos mensuales, para gastos de transporte, libros, valijas para herramientas, y 500 pesos al aprobar todos los exámenes. Los destinatarios deben tener aprobado el séptimo año de EGB, y tener de 18 a 26 años.
”El efecto del desempleo en jóvenes, especialmente cuando se trata de un largo período, es devastador puesto que el desánimo y el descrédito en el sistema educativo juegan un efecto perverso que se retroalimenta en el tiempo, minimizando la autoestima, reduciendo su capacidad de aprendizaje, dificultando su inserción laboral futura”, evaluaron las autoridades del programa.
Ahora, estudiantes y docentes de nivel superior, ya sea de carreras terciarias o universitarias, apadrinarán a los chicos que tengan mayores dificultades para terminar la capacitación. Ellos serán los tutores y educadores, “asumiendo un compromiso solidario con el grupo en formación”.
Elena Baños, una de las encargadas del SCV, dijo que el financiamiento de las becas para este año “aumentó en un 25 por ciento”, y que los chicos que aprendieron un oficio “deben devolver los conocimientos adquiridos como mano de obra en organismos públicos”.
Este año serán 1110 los alumnos que se capacitarán en los distintos oficios. Para Baños, “la idea de que haya tutores es para bajar el porcentaje de deserción, y quizás para que muchos quieran continuar con estudios superiores”.
Algunos trabajos serán la reparación de ventanas, la refacción eléctrica en hospitales públicos, “como ya se ha hecho en el Lagomaggiore de esta capital (Mendoza), y en el Schestakov, de San Rafael”, detalló.
El programa pretende “brindar formación educativa integral que permita una mejor inserción laboral y mayor compromiso social, dando oportunidad a todos de ser co-responsables del crecimiento social y cultural de la provincia”, afirmaron los responsables.
Además, “el voluntariado como forma organizada de participación social –analizaron—, es un fenómeno sociocultural que está surgiendo en nuestro país como expresión de la progresiva crisis que hemos vivido, que genera la creciente necesidad de una conciencia del bien común que se antepone al individualismo”.