Lomas de Zamora, 27 de septiembre (AUNO).- Juan Manuel Rodríguez es actor del teatro Ensamble de Banfield y actualmente está dirigiendo su primera obra denominada “Keuken”, que en alemán significa cocina. Hace algunas horas viajó a Europa para realizar una audición en teatro. Su destino fue, como en 2006, Alemania.
Juan Manuel, de 27 años, además de dedicarse al teatro, también se reserva espacio para la música. Desde hace algunos años integra “Raskoski Hot Club” que es una compañía perteneciente también al Ensamble que realiza interpretaciones de swing y jazz de los años 30.
-¿Con que expectativas afrontas el viaje a Alemania?
-Con todas. Dejo todo acá, la familia, mis amigos y el trabajo, para lograr algo posiblemente mejor. El problema es que es una audición, y que hay posibilidades de entrar y de no entrar. Si no entro va a ser una situación difícil, pero por lo menos voy a estar tranquilo conmigo mismo.
-Sin embargo, este no es tu primer viaje a ese país, ya tenes una experiencia previa. ¿Qué recuerdos y aprendizajes te quedan de esa primera experiencia en tierras germánicas?
-La primera experiencia en Alemania fue una de las mejores cosas de mi vida. Fue en 2006. Por el Mundial, Alemania organizaba eventos culturales alrededor del torneo del fútbol para que las personas que iban a ver el Mundial tuvieran con qué entretenerse. Era un encuentro de teatro independiente juvenil, y una de las pautas era que las obras tuvieran pocas palabras o que tuvieran la menor cantidad de palabras posible. Eligieron dieciséis países de los treinta y dos que jugaban el mundial, y como era en Alemania nos pagaron la estadía, el pasaje. Ahí, hicimos amigos de distintos países del mundo.
-¿Qué significa para vos poder dedicarte al arte y a la actuación?
-Mucho. Cuando hablo con alguien, y me pregunta “¿de qué trabajas?’” respondo trabajo de músico, actor y bailarín y dando clases. Tengo mucha suerte. Fue muy difícil al principio, ya que tuve que trabajar muchos años ad honorem, dejando la facultad. Tuve peleas con la familia, pero terminó dando sus frutos.
-¿Cómo fue el momento de comunicarle a tu familia y a tu entorno que te querías dedicar al arte y la actuación?
-Nunca me animé a decirlo de frente. Fue un engaño que armé. Estaba por dar un final de semiótica en la facultad, estaba estudiando y exploté. Ahí definí dejar la universidad. Me anoté al año siguiente para estudiar artes combinadas, yo ya había empezado a trabajar en el teatro (Ensamble), pero nunca empecé la carrera. Por suerte siempre tuve el apoyo de mis padres.
– Actualmente, además de actuar, estás dirigiendo una obra que se llama “Keuken”. ¿De qué se trata y cómo surgió la idea? – “Keuken” es una palabra que proviene del holandés y significa cocina. Hace mucho que quería dirigir una obra y se dio este año. Se logró porque lo buscamos desde el año pasado con tres actores. Se trata de una creación colectiva, donde yo proponía temas y ellos iban investigando. Me propuse estrenarla y lo pude lograr. El teatro me ayudó mucho.
-Si tuvieses que explicar qué es Raskoski Hot Club, ¿cómo lo definirías?
-Raskoski Hot Club es una agrupación de jazz y swing sobre todo, que mezcla músicos y actores y a la que le está yendo muy bien. Recientemente terminamos de grabar nuestro segundo disco. Con el primero nos fue muy bien, tocamos en muchos centros grandes de Capital Federal.
-Entre la dirección y la actuación, ¿Qué preferís?
-Lo de la dirección es algo nuevo. Es similar al trabajo de un director técnico en el fútbol. A veces, sentís la impotencia de “no estar adentro” y de no poder cambiar nada. A mí me gusta más actuar.
-¿Cómo evalúas la producción teatral en nuestro país?
-El porcentaje de teatro bueno es muy poco. Pero el que es bueno tiene un muy buen nivel. Hay mucha variedad. En el mundo en general la proporción de obras de buen nivel es menor a las de un nivel bajo. Hay demasiadas obras.
AUNO-27-09-13
MC-AG