Pese al sostenido crecimiento de la economía desde la crisis de 2001, las cifras preliminares de la primera mitad de 2005 de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, indican que 2,2 millones de chicos viven en familias que no tienen ingresos para comprar alimentos básicos. En la misma línea, un estudio del Movimiento de Trabajadores Desocupados Barrios de Pie refleja una de las consecuencias de la pobreza: en el conurbano bonaerense y en la ciudad de Buenos Aires el 37,5 por ciento de los niños y adolescentes tiene “muy bajo peso” y el 44 por ciento “bajo peso”.
“El trabajo de controlar el peso en los chicos se realizó sobre una muestra de más de 3 mil chicos de las poblaciones más pobres del conurbano bonaerense y de la Capital Federal con el objetivo de detectar un alerta que nos permita articularnos con los centros de salud”, apunta a AUNO-Tercer Sector la coordinadora de Salud de Barrios de Pie y representante del Ministerio de Desarrollo Social en la provincia de Buenos Aires, Laura Berardo.
Los niños y adolescentes a los que se les realizó el control de peso y talla tienen entre 0 y 19 años. Forman familias numerosas que viven en barrios vulnerables y con escasas posibilidades de acceder a un trabajo formal o informal. “Una gran parte de los niños relevados están en una edad muy vulnerable, porque están en sus primeros de años de vida y es allí donde la falta de nutrientes puede afectar notablemente el crecimiento y desarrollo”, advierte el informe.
A partir de la medición, la organización plantea que “para abordar esta problemática hay que mejorar la distribución de la riqueza para fortalecer el núcleo familiar, mejorar la educación, la salud y el trabajo”.
La investigación fue realizada por promotores de Salud del Movimiento de Trabajadores Desocupados en San Isidro, Monte Grande, Quilmes, Lomas de Zamora, Florencio Varela, La Matanza, San Martín, Almirante Brown, La Plata, San Miguel, y la Boca, entre otros. Fueron coordinados por un equipo integrado por una trabajadora social, un nutricionista y otros cuatros promotores. La capacitación brindada por médicos, trabajadores sociales, nutricionistas y psicólogos sociales, se implementa en 12 escuelas en las que se formaron este año 350 voluntarios. “Muchos de los promotores, que son voluntarios, son médicos, nutricionistas, y enfermeros que trabajan en hospitales públicos”, destacó Barardo.
En líneas generales, el programa de la escuela tiene como ejes centrales la capacitación, la promoción, la prevención en la atención a la salud primaria, la importancia de los controles nutricionales en la niñez y sus principales enfermedades, y su articulación institucional. La tarea que los promotores de salud desarrollan entre los vecinos de barrios excluidos y marginados, consiste en la transmisión de una serie de conocimientos prácticos. “Los promotores trabajan con los padres de los chicos “#8220;cuenta Berardo- para enseñarles a mejorar la utilización de los alimentos y conozcan los beneficios de cada uno para que sepan cómo combinarlos y lograr una mejor alimentación”.
Además del relevamiento de control de peso, Barrios de Pie llevó a cabo una encuesta de opinión sobre unidades sanitarias que se encuentran en barrios carenciados del conurbano bonaerense. Sobre un total de 8.500 casos la muestra indica que más de la mitad de los encuestados ha tenido dificultad para asistir a un centro de salud por falta de recursos económicos. Tras el relevamiento, la organización convocó a una charla a directores de hospitales, profesionales de la salud, funcionarios y vecinos de cada partido para discutir el tema. “Unas de las propuestas que surgió fue hacer presentaciones en los Concejos Deliberantes para solicitar un boleto sanitario, que permitiría a las personas de bajos recursos continuar con sus tratamientos y no interrumpirlos, porque no puedan viajar hasta el hospital. Esta propuesta la presentamos en Lomas de Zamora, Almirante Brown, en el Congreso y en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires”, apuntó Berardo, flamante diputada provincial electa por Buenos Aires.
Según el informe, el 60 por ciento de las personas que asisten a un centro de salud no accede a los medicamentos prescritos y a anticonceptivos por no poder pagarlos. “El sistema de salud está muy centrado en la lógica mercantilista de la salud, donde el sistema sobrevive a partir de la reproducción de la enfermedad. En el proyecto de país que queremos construir sería muy beneficioso fortalecer la producción nacional de medicamentos, porque esto reduciría costos, generaría fuentes de trabajo y masificaría el acceso a los medicamentos”, planteó Berardo.
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Cómo contactarse:
Barrios de Pie: Correo electrónico: prensabarrios2005@ubbi.com
Página web: www.barriosdepie.org.ar
