La solicitud presentada por la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO) pide que esa patología de origen genético-inmunológico, que no es contagiosa, sea incluida como una enfermedad crónica, que requiere de modo permanente el empleo de fármacos para su tratamiento y que los medicamentos destinados a esta patología cuenten con la cobertura de las Obras Sociales y los Servicios de Salud.
La Asociación celebró días atrás su primer aniversario con un encuentro que contó con la presencia de médicos dermatólogos especializados en el tratamiento de esta enfermedad.
En esa ocasión se escucharon los testimonios de tres pacientes, quienes coincidieron en destacar el “sentimiento de inseguridad y aislamiento” que produce esta patología.
Por su parte, los profesionales destacaron la necesidad de difundir la idea de que “cuando un paciente con psoriasis llega al consultorio, puede estar seguro de que sus lesiones van a mejorar con el tratamiento”, según enfatizó la responsable de la Campaña Nacional de Educación e Información sobre Psoriasis de la Sociedad Argentina de Dermatología, Nora Kogan.
La dermatóloga advirtió también que “en la sociedad existe un gran desconocimiento sobre esta enfermedad, lo que lleva a estados de ansiedad y temor ante el diagnostico”.
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel, no contagiosa, que se caracteriza por el crecimiento anormal de la piel con inflamación que se manifiesta con picazón, enrojecimiento y manchas en distintas partes del cuerpo.
Kogan recordó que “hay elementos básicos que empeoran la psoriasis, como el consumo de alcohol y el tabaco, especialmente en las mujeres”. Otros agravantes son “las anginas estreptocóccicas en niños y adolescentes, infecciones micóticas en adolescentes y adultos, y fundamentalmente el estrés”
La enfermedad tiene un importante impacto en la calidad de vida, ya que afecta seriamente el desarrollo de las actividades cotidianas y posee un marcado componente de afectación psicológica que produce cuadros depresivos, aislamiento, rechazo estético, social y laboral.
En cuanto a los tratamientos, Kogan explicó que la psoriasis “es una enfermedad multifactorial que depende de agentes infecciosos, hereditarios, medicamentosos y hasta traumatológicos” y subrayó que “si bien su diagnóstico es sencillo, es una enfermedad muy difícil de tratar, porque cada paciente es distinto al otro”.
En el mismo sentido se expresó la directora ejecutiva de AEPSO, Silvia Fernández Barrio, al aclarar que “no hay una sola medicación que sirva para todos los casos”.
La entidad que dirige, explicó, “lucha para que el costo de los tratamientos no sea limitante y que todos los enfermos tengan acceso a los medicamentos”. En ese principio se basa la solicitud presentada por AEPSO a la Superintendencia de Servicios de Salud para que la psoriasis sea incluida como una enfermedad crónica, que requiere de modo permanente el empleo de fármacos para su tratamiento y que los medicamentos destinados a esta patología cuenten con la cobertura de las Obras Sociales y los Servicios de Salud.
Otra de las iniciativas que impulsa esta asociación, que cuenta con 3.800 miembros, es “que cada provincia cuente con equipos de fototerapia” para facilitar de esta manera un tratamiento de “reconocida eficacia para esta afección”.
Beatriz Larrea, encargada de la línea 0800 que ofrece contención y asesoramiento sobre psoriasis en el seno de esta Asociación, dio cuenta de los “4.500 llamados a la Línea en apenas 8 meses”, para graficar la importancia que tiene la difusión en esta problemática y la gran cantidad de enfermos de psoriasis que solicitan ayuda por este medio.
AUNO 08.04.06 GRB.