La cuenta regresiva se hace cada vez más intensa. Faltan diez días para llegar al inicio del Torneo Apertura —que en principio comenzaría el 21 de agosto—, pero todavía no hay definiciones. Y si bien existen muchas cartas arriba de la mesa, hasta el momento, no se evidencia, de parte de los clubes, una solución; un plan de saneamiento económico y financiero.
Desde que se destapó el conflicto, fueron varias las medidas “salvadoras” que se plantearon. Primero se barajó la puesta marcha de un nuevo sistema de Prode bancado –-gestionado por la AFA—; y por estar horas, se discute rescindir del contrato que posee la empresa Torneos y Competencias (TyC), propietaria de los derechos televisivos del fútbol. Se especula con que el Estado aportaría entre 500 y 600 millones de pesos, con el propósito de que el sistema nacional de medios públicos adquiera la potestad de transmitir los encuentros del deporte más popular de Argentina.
¿Cuál de ellas es la opción más indicada? ¿Cómo se hace para que la pelota vuelva a rodar? No hay una receta única entre los dirigentes de las distintas categorías. Pero todos coinciden en que las soluciones que se plantean “no ofrecerán respuestas inmediatas”. Porque el problema es de fondo. Los clubes afiliados a la AFA deben 733 millones de pesos, de acuerdo con los últimos balances aprobados en 2008, y por eso, el contexto requiere políticas que se instrumenten en el mediano y largo plazo.
En ese sentido, AUNO consultó a algunos presidentes de las instituciones del Sur del Gran Buenos Aires, y salvando algunas diferencias, todos concordaron en un punto: “La TV debe otorgar más dinero a los clubes”. Eso es lo que afirmaron Carlos Portell, presidente de Banfield; Alejandro Marón, de Lanús; y Rubén Dearriba, que tomó la conducción de Los Andes tras la reciente renuncia de Jorge Chizzini.
*LOS INGRESOS DE LA TELEVISIÓN, LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS *
Según Marón, el primer paso es conseguir que “la utilización del producto fútbol, se vea recompensado”. Ya que, según remarcó, “no hay un proporción entre lo que gana la televisión en concepto de publicidad y otros derechos, y lo que reciben los clubes”. Las entidades deportivas se quedarían con 268 millones de pesos, a repartir, contra los 340 millones que declara ganar TyC.
Aunque esa cifra se incrementaría de forma desproporcionada si se cuentan los 9.300 millones de pesos anuales que ingresan de forma indirecta a TyC, desde otras empresas asociadas como el Grupo Clarín, que administra los abonos de televisión por cable.
“Siempre digo que las empresas de cable perderían muchos clientes si no tienen transmisiones de fútbol. Por eso pienso que a partir de ahí hay que empezar a discutir”, sostuvo el dirigente de Lanús, también secretario de Asuntos Legales de la AFA. Sin embargo, Marón no consideró viable rescindir el contrato que TyC mantiene con la AFA hasta el 2014. “Hay un contrato firmado y hay que cumplirlo. Sólo hay que acordar un mayor ingreso de dinero a los clubes en concepto de trasmisión”, remarcó.
De todas maneras, se dejan entrever otras posibilidades. En diálogo con esta agencia, Carlos Portell sostuvo que “el presidente de la AFA, Julio Grondona, está haciendo en forma personal, todas las gestiones con el Gobierno y representantes de la televisión, y es un tema que se va definir en las próximos días”.
Pero todavía no han transparentado el camino que evidencie si es viable o no la recesión del contrato entre la AFA y TyC. Algo que podría definirse en las próximas horas.
Al respecto, el presidente de Banfield remarcó que “no importa cuánto cueste”, hay que buscar una solución y que no sea pasajera: “No queremos que nos digan ‘acá está el dinero’ y que dentro de seis meses estemos hablando de lo mismo. Para ello hay que cambiar de una vez por todas la forma de administrar los ingresos de los clubes. Se puede empezar aumentando el pago de la TV y después se verá lo demás”, manifestó el tesorero de la entidad que los destinos del fútbol argentino.
El conflicto que puso en escena a las finanzas de los clubes se destapó a mediados de julio. Por ese entonces, Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) salió a reclamar 40 millones de pesos en concepto de deudas a los jugadores de las categorías profesionales.
Como medida principal se inhibieron a 42 equipos. Y a partir de ahí, comenzaron a surgir varias propuestas en torno a cómo administrar a los clubes. Lo cierto es que aún hoy, casi 20 días después, no se arribó a un acuerdo con el gremio.
LA SEGURIDAD, ESA PESADA CARGA
Lo que propone Marón es que los clubes dejen de tomar la posta en roles que debe asumir el Estado. “De los 18 partidos que se juegan como local en el año, sólo en 2 o 3 se obtienen ganancias. En los demás vamos a pérdida. Y esto no puede ser: la Argentina es el único país de los afiliados a la FIFA en el cual los clubes se hacen cargo de los operativos de seguridad”, ilustró el mandatario.
Y Rubén Dearriba coincidió en lo mismo: “La situación en el ascenso se hace mucho más complicada, porque el público que asiste, como se sabe, no es masivo, y a veces, tuvimos que pagar operativos con más de 300 policías para vigilar a la misma cantidad de espectadores. Es muy complicado”, remarcó.
Además, a las finanzas de los clubes hay que sumarles otros gastos, como el de las distintas actividades sociales que brindan, que en instituciones como Los Andes suponen, como mínimo, un monto cercano al millón de pesos anuales.
POR UN MANEJO MÁS RACIONAL
Aunque el problema principal no pasa únicamente por esos gastos. Sino por la manera en la que se gestionan y derrochan cifras exorbitantes a la hora de conformar planteles profesionales. Un desmanejo que genera múltiples deudas crediticias con bancos, la AFIP, y la mismísima AFA.
“Por eso desde Lanús celebramos que se haya instalado el tema de las finanzas de los clubes, porque es un tema que ya tiene por lo menos 30 años”, afirmó Marón a AUNO. “Lo más difícil es mantener las dos variables equilibradas que son el fútbol y la administración, pero se puede, está a la vista, y tenemos que discutir reglas que se apliquen a todos por igual”, resaltó.
En ese sentido, para Portell hay que modificar “la mentalidad de algunos dirigentes, que hacen contratos muy elevados, los cuales con los ingresos de los clubes no se pueden pagar. Esa es una de las premisas. La otra cambiar la política de incorporaciones a precios muy altos”.
Sin embargo, los dirigentes coincidieron que las instituciones no deben administrarse como un banco. “No tiene ningún sentido tener muchos millones de dólares guardados. No es esa la función de los clubes”, ejemplificó el presidente del “Granate” al igual que Dearriba.
Sólo pocos clubes pueden mantener sus cuentas en cero. Por eso la crisis que paralizó el fútbol hasta nuevo aviso, podría servir para que se revean y, sobre todo, se modifiquen algunos aspectos. Es tiempo de ponerse a pensar, en vez de dejarse llevar por el vértigo que impone la pelota.
AUNO-11-08-09
NS-LDC
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