El sueño puede concretarse con el trabajo diario con docentes, profesionales, estudiantes, comerciantes, padres, alumnos y todos los que deseen sumarse en jornadas informativas y de debate como la que realizarán el 7 de agosto en la Escuela de Educación Media Nº 8 de Florencio Varela, en la Avenida San Martín 538, a las 15 horas.
Es que hay gente en Varela que frente a su realidad se atreve a decir que “treinta y seis millones de personas analfabetas son pasibles de cualquier maniobra de poder para someter sus vidas al designio de la avaricia y del lucro del sistema. Pero treinta y seis millones de ciudadanos conscientes e informados de sus derechos, conocedores de la historia, representantes de las decisiones propias y hacedores de cosas son individuos libres y soberanos para decidir qué Proyecto de Nación quieren y qué Proyecto Personal los modela y conforma”.
Y este pensarnos diferentes es lo que explica el proyecto de una universidad en uno de los distritos más pobres del conurbano bonaerense. Y no cualquier universidad sino una que sea una “reivindicación histórica para un distrito empobrecido y pauperizado que por contrapartida cuenta con valiosos profesionales, trabajadores y jóvenes que esperan una oportunidad para desarrollar sus capacidades”.
Es que la Universidad Nacional de Florencio Varela está pensada para los varelenses, para esos mismos que hoy quedan prácticamente al margen de un sistema educativo pensado para unos pocos y que, no de casualidad, son los pocos que tienen mayores recursos económicos.
Y por esto, dentro del proyecto, uno de los requisitos básicos de la universidad varelense es poder llegar a los barrios y a la gente que es, en definitiva, la que la integrará por medio de tres redes.
La primera es la “clásica” actividad educativa, curricular, académica y de investigación en las aulas.
La segunda es en la calle, esa que se compone por sus clubes, sociedades de fomento, juntas de vecinos, centros culturales, sindicatos, asociaciones, gremios y cualquier lugar donde esté y quiera estar la gente. Para dictar cursos y talleres de capacitación gratuitos en los barrios, pues la universidad tiene como uno de sus objetivos convertirse en un punto de encuentro de la ciudadanía del distrito, creando una serie de redes que interactuen con los barrios, que se nutran con ellos en sus contenidos y que desacralice el conocimiento transformándolo en praxis creadora.
La tercera red tiene que ver con la importancia de crear un espacio de opinión autónomo que sea hecho por y para la comunidad y que, articulado desde la universidad, fortalezca los vínculos con la sociedad local, que defienda y reproduzca su visión y convicción.
Esto se logrará por medio de la creación de una agencia de noticias, de una emisora de radio local, una pequeña estación de televisión y la edición de un diario de tirada local.
Pensar una universidad con la gente llevó a construir una estructura curricular que tendrá dos niveles correlativos denominados Diplomatura o Ciclo Básico de Grado y Ciclo Superior de Grado. Para que los futuros egresados puedan tener una salida laboral con la diplomatura, que duraría tres años de cursada, y que pueden complementar luego con los dos faltantes para una licenciatura. Existirán tres orientaciones Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Ciencias Agrarias.
Tal vez en pocos años pueda hablarse ya no de un proyecto sino de una realidad: los egresados de Florencio Varela, que no sólo serán licenciados capacitados para insertarse y trabajar en un sistema que quería dejarlos al margen, sino de profesionales que se atreverán a pensar en otro país posible, porque alguien antes pensó en otra Varela posible.
Por eso, ante la pregunta “¿Una universidad en Florencio Varela?”, la resspuesta inmediata es: Sí, por supuesto ¿qué estamos esperando?.
Promueven en Florecio Varela la creación de una universidad diferente
(AUNO).- En un distrito donde diariamente mueren chicos por causas evitables, donde ni la mitad de los que empiezan el polimodal lo terminan y donde la desocupación se calcula por la multitud de padres de familia que participan en los cortes de rutas, se gesta un proyecto de y para la gente. La que no tiene recursos pero sí la fuerza de llevar adelante un sueño que dejó de ser utopía para transformarse en un instrumento para modificar la realidad: la creación de una universidad nacional en Florencio Varela. .
Por Judit Cruz