(AUNO*).- En los 12 meses en que la empresa Autosal S.A comenzó a producir refrigeradores con la llamada tecnología “Greenfreeze” ya se han distribuido en el mercado interno unas 40 mil heladeras, de dos marcas y 11 modelos diferentes. De esta manera, se busca evitar la contaminación a la capa de ozono e impedir el cambio climático.
Así lo confirmó el gerente de Marketing de la única empresa del continente americano que fabrica este modelo de electrodomésticos, Guillermo Moro, al contar que “ya hemos elaborado unas 40 mil heladeras exclusivamente para el mercado interno, registrando un importante crecimiento en las ventas”.
Por su parte, la directora de la campaña de Energía de la agrupación Greenpeace, sostuvo que “Autosal es la única del continente que produce con esta tecnología, a pesar de que hay proyectos de otras empresas que buscan seguir por el mismo camino, pese a que no hay nada concreto aún”.
Greenfreeze es una tecnología desarrollada por Greenpeace junto a técnicos alemanes a comienzos de los ‘90 para ofrecer a la industria una mejor opción frente a los sistemas de refrigeración contaminantes que dañan la capa de ozono y destruyen el clima.
El gerente de Marketing de Autosal, que posee su planta en la localidad puntana de Villa Mercedes –donde cuenta con un régimen de exenciones impositivas–, manifestó su preocupación ante la creciente importación de heladeras de Brasil “ya que son todas con gases contaminantes y llegan al país a un precio incluso menor al que se encuentra allí. “Hay serias dudas de que exista dumping”, agregó.
Las 40 mil heladeras que Autosal fabricó desde noviembre de 2003, corresponden a las dos marcas que explota (Columbia y Koh-i-Nor), con 11 modelos diferentes. A su vez, Moro destacó que “todas las heladeras que producimos no son contaminantes y tienen tecnología Greenfreeze”.
En Europa, estos modelos de heladeras son muy conocidos desde hace tiempo y la mayoría de las marcas ya cuenta con este tipo de tecnología. Sin embargo, la encargada de los temas de energía de Greenpeace indicó que “hay empresas que, a pesar de que en Europa fabrican heladeras no contaminantes, en Argentina no quieren volcarse a los mismos modelos con la excusa de que es una responsabilidad del propio consumidor”.
Hasta hoy, la mayor parte de las heladeras fabricadas en la región utilizan como gas refrigerante el HFC-134a (un hidrofluorocarbono), un gas que la industria química ha promovido como alternativa a los tradicionales CFCs, reconocidos destructores de la capa de ozono. Sin embargo aunque el HFC-134a no daña directamente la capa de ozono, provoca un alto impacto en el clima, pues tiene un potencial de calentamiento global 3200 veces mayor que el dióxido de carbono, a la vez que en su proceso de producción se utilizan CFCs, que sí son dañinos para la capa de ozono.
La tecnología Greenfreeze utiliza gases que, a diferencia del HFC-134a son compuestos inocuos para el ozono y el clima. Según Greenpeace esta tecnología “respeta el sistema existente reemplazando el HCFC-114b (un hidroclorofluorcarbono, utilizado en los viejos equipos) por gases hidrocarburos naturales que es posible encontrar en nuestro país”. Asimismo, “este tipo de heladeras consume menos electricidad que las convencionales”.
AUNO. 20.12.04 EAP