Lomas de Zamora, julio 5(AUNO).- Durante la etapa de los alegatos del juicio por Roxana Núñez, la joven de 29 años que fue vista por última vez en Tristán Suárez, la fiscalía pidió 20 años de prisión para Carlos Zárate, Alejandra Danza y Javier Leguiza, quienes están acusados por el crimen y desaparición de la joven en marzo de 2009. Sin embargo, el abogado de la familia Núñez, Marcelo Biondi, solicitó seis años para Zárate por encubrimiento agravado, 18 para Alejandra Danza y 20 para Leguiza por portación de arma de fuego.
Roxana Núñez, quien residía en España y estaba en Argentina de visita, fue por última vez el 1 de marzo de 2009, luego de haber pasado la noche en el cumpleaños de uno de sus sobrinos. Según el expediente, tras una discusión menor con su madre, Roxana se retiró del lugar en compañía de su hermano, que la alcanzó hasta la casa de Zárate, su pareja en aquel entonces.
Alrededor de las 4 de la mañana ocurrió el incidente. En la casa de Zárate también se encontraban reunidos Alejandra Danza, Javier Leguiza y Matías Zulvías, testigo ocular que declaró la semana pasada. Según su relato, la pareja imputada comenzó a agredir a Roxana “porque pensaron que era policía”.
En medio de esa discusión, el testigo dijo que llevaron a Roxana a una habitación y comenzaron a golpearla. “Yo estaba en el patio y escuchaba los golpes. Danza y Leguiza le gritaban que era amiga de la policía, que la habían visto hablar por handy”, relató el testigo. Zulvías se dirigió a la habitación de donde creía que provenían los gritos y vio a Zárate salir del cuarto contiguo.
Matías Zulvías siguió narrando su versión ante el tribunal integrado por Rodolfo Lanza, Guillermo Alejandro Rolón y Fernando Bueno: “Cuando abrí la puerta, Roxana estaba en el piso, con el pelo enmarañado y con sangre en su rostro, mientras que Danza le seguía gritando y Leguiza sostenía una escopeta”.
Zulvías, testigo clave en la causa, afirmó haber estado completamente lúcido esa noche, porque no habían podido conseguir droga. “Después de todo lo que pasó, Zárate nos dijo que nos fuéramos. Dos días después yo pasé por la casa y vi que estaba quemando algo. Había un humo muy negro y un olor muy fuerte, como a perro muerto. Le pregunté qué estaba haciendo y me dijo, nervioso, “nada, nada, estoy quemando basura, andate”. Y después no supe nada más hasta que lo detuvieron, pero en todo el barrio se decía que a la chica (Roxana) la había matado una pareja en lo de Zárate”.
Posteriormente a la declaración de Zulvías, el sábado pasado, Carlos Zárate rompió el silencio y declaró. Su versión de lo ocurrido esa noche incriminaba a Danza y a Leguiza como los principales autores del hecho, y que él “no había podido hacer nada”. El revuelo en la Sala de Juicios Orales no tardó en llegar, ya que tanto él como la pareja imputada se culpaban mutuamente.
“Parecía un partido de fútbol: vos la mataste. No, fuiste vos quien la mató”, comentó la familia Núñez. Una vez interrogados todos los testigos, los alegatos fueron presentados por ambas partes ante los jueces. El fiscal de la causa, José Luis Michelini, sostuvo que Zárate no hizo nada para ayudar a Roxana o impedir el “desenlace final”. Y que su conducta posterior tampoco lo favorece, ya que una vez que Danza y Leguiza se habían retirado, “podría haber pedido ayuda”.
Como agravante, Michelini consideró que la actuación grupal da cuenta de cómo se apoyaron entre ellos para llevar adelante sus acciones, además de las actividades para ocultar el cuerpo y de hacerlo desaparecer. Por lo tanto, se solicitó un veredicto condenatorio de 20 años a cada uno de los imputados.
Sin embargo, la defensa de Zárate sostuvo que él “no tenía ningún motivo para matarla. Ni celos ni sospechas de que ella fuera policía, porque él (Zárate) no vendía droga, sino que consumía”, por lo que se demanda su absolución o el mínimo de seis años por el delito de “encubrimiento”.
La abogada defensora de la pareja imputada sostuvo que “al no haber cuerpo, no hay sangre, no hay armas, no hay delito”, frases que, al pronunciarlas, molestaron profundamente a la familia Núñez. Además, sobre la base de testimonios a favor de su cliente, expuso que Danza y Leguiza no tenían motivos coherentes para matarla y hacerla desaparecer, por lo que solamente solicitó la absolución.
El Tribunal, luego de oír los alegatos, tendrá que evaluar cuál es su veredicto final. Mientras tanto, pasó a cuarto intermedio y volverá a sesionar el martes a las 8.30, donde tendrán lugar las réplicas y palabras finales de los imputados.
“Ellos todavía se sienten impunes porque el cuerpo de mi hermana no apareció, pero no van a quedar sueltos como creen”, concluyó Adriana, la hermana de Roxana.
MP-AFD
AUNO-09-07-12